Un deseo de navidad

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Para navidad Calissa Callahan tenia un solo deseo,  quería que alguien le diera un regalo.

Para ella el regalo simbolizaba que alguien la quería, alguien por lo menos la apreciaba, en su casa sus padres solían ser malos con ella todo el tiempo llamándola inútil, buena para nada y demás. Las navidades solo eran una fecha para presumir lo bonita de ella en fiestas. Lo bien que se veia en vestidos..

No tenía amigos, estaba lejos de ser una persona sociable, tampoco tenía al menos un compañero que le hablara de vez en cuando al menos por la tarea, pues pasaba el colegio muy bajo.

Suspiro moviendo los pies hacia los lados en sus imponentes tacones negros. Podría tener miles de amigos por su apariencia, hermosa, cabello negro y ojos verdes, ese tipo de chica que no pasa desapercibida que jamás podría se catalogada como fea, o desagradable de ver.

-¡Calissa ven cariño!- llamo su madre con una sonrisa falsa

>>Mas falsa que sus pechos<< pensó Calissa.

No es como si tuviera algo contra quienes tuvieran pechos operados, pero era la madre que la humillaba, simplemente buscaba cualquier cosa para criticarla. Por mínimo que fuera.

>>Y si no le gusta a alguien pues lastima<< pensó de nuevo.

-No seas estúpida, no la riegues- dijo su madre en el oído- Podrás ser bonita, pero útil no mucho. Ahora sonríe.

Calissa plasmo una sonrisa bonita en el rostro mientras saludaba a personas que ni le interesaba conocer y siendo sinceros nunca volvería a ver.

>>Que noche mas divertida<< pensó con sarcasmo >>mejor me vuelvo el Grinch haber si esta navidad tiene mas emoción<<

Liam Jones, chico alto, cabello negro y ojos ámbar estaba en un rincón hablando con Calin Callahan, su amigo desde kínder. Tenia la vista puesta en la hermana de diecisiete años de este, no podía parar de verla. Era hermosa, la conocía a medias, y le había hablado dos veces como mucho.

Pero aun así Liam estaba prendido de ella.

-¿Qué la ves?- pregunto Calin- Es una inútil -dijo Calin y Liam rodó los ojos.

-Inútil estas tu también y nadie te dice nada- dijo en tono agrio.

Era su mejor amigo y lo amaba como a un hermano podría amar a otro, pero a veces le daban ganas de meterlo en un horno, hacerlo pizza.

Liam avanzo hasta Calissa que se había alejado de sus padres de nuevo y saco la caja alargada donde había un hermoso collar, su madre había ahorrado mucho para comprarlo y se lo entregara a ella. Ella le había preguntado que quería de navidad y el respondió un collar para la hermana de mi amigo.

Lo dejo bajo el árbol y espero a que ella lo viera. Cuando se agacho a recogerlo Liam se percato de lo bonito que brillaron sus ojos cuando vio el hermoso collar dirigido a ella. Liam sabia que nadie de su familia le daba algo, y supo que hizo lo correcto, pero lo hizo en silencio, pues el y su madre eran muy humildes, no quería pensar que pasaría si sus padres los vieran tomados de la mano.

Ahí, en la fiesta de navidad, en noche buena, Calissa se sintió mejor que en diecisiete años de vida.

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