19.No Control

228 27 8
                                    

HAYLEY

No sabía qué estaba haciendo, ni siquiera era dueña de mi cuerpo. Era como si algo dentro de mí me impulsara a no separarme de Ashton y caer siempre en sus redes desde el momento en que le conocí. Sabía que quizá luego me arrepentiría de aquello, pero en ese momento lo único en mi cabeza era en sabor de sus labios y la sensación de el roce de estos con los míos.

Abrir la puerta no fue tarea fácil, pues sus labios no se separaron de mi cuello en ningún momento, pero tras un pequeño descanso en que la cordura me dejó pensar, conseguí abrir la puerta sin que esta se abriera de golpe.

- Sssssssh... No hagas ruido.- susurró en mi oído.- Actúa con normalidad.

Sin dudarlo me puse en camino al piso de arriba y empecé a subir las escaleras dejando atrás a Ashton, el cual en un instante que giré para observarle me miraba mordiéndose con fuerza el labio inferior, lo que supuse que luego dejaría marca.
Agité mi cabeza y seguí subiendo las escaleras en dirección a su cuarto.

Hacía unas horas no podía ni verle y en cambio ahora no podía quitármelo de la cabeza. Había algo en él que tenía los mismos efectos de la droga y como todo el mundo sabe, estar cerca de la droga no es bueno, pero siempre acaba enganchando incluso al más fuerte.

De repente, cuando ya estaba frente a su habitación, sus brazos me rodearon la cintura e intentó pegar de nuevo sus labios en mi oído, pero giré mi cabeza y con el dedo índice tapé sus labios y negué con la cabeza.

- Me estás matando.- susurró bajo mi dedo, lo cual me hizo sonreír.

Para mi sorpresa la puerta se abrió, ya que Ashton había conseguido hacerlo separando uno de sus brazos de mi cintura y moviendo el picaporte. Sentí como empujaba su cuerpo contra el mío consiguiendo así que entráramos los dos y cerró la puerta con el pie.

Ashton se separó de mí y cerró con seguro la puerta para que nadie entrara, ya que en el poco tiempo que llevaba en esta casa, nunca había visto a nadie llamar a la puerta y por eso Ashton prefirió tomar precauciones, él mejor que nadie conocía a los chicos. Al girarse me miró fijamente a los ojos y pude notar como su respiración era más pesada que de costumbre. Sin mediar palabra, empezó a acercarse a mí mientras yo retrocedía hasta que choqué contra la pared, en donde entrelazó nuestras manos y las llevó por encima de mi cabeza.

- Ashton...- conseguí decir cuando nuestras respiraciones empezaron a chocar debido a la cercanía. Nuestros pechos estaban pegados el uno contra el otro y solo nos separaban los pocos centímetros que había entre su boca y la mía.

- ¿Sí?- pronunció apretando más nuestras manos entrelazadas sobre mi cabeza.

- Esto no está bien. Además podrían oírnos.

La risa de Ashton inundó mis oídos, pero lo que más me sorprendió fue el hecho de que me besara dulcemente antes de contestar.

- No me creo que seas tú la que me diga si está o no está bien esto.- se relamió los labios.- Y recuerda que los muros son muy gruesos, no nos oirán a no ser que seas muy ruidosa.

Y esta vez la que reí fui yo mientras me acercaba a su oído.

- Creo que eso lo sabes de sobra.

Su risa volvió a inundar la habitación, esa risa tan peculiar que solo él podría tener. Volví a mirarle a los ojos y pude ver como sus pupilas estaban algo más dilatadas que de costumbre. Mordí mi labio inferior y Ashton separó sus manos de las mías para poder quitarse la camiseta, cosa que yo también hice con la mía.

Posé mis manos en su nuca y le atraje hacia mí para unir de nuevo nuestras bocas cuando ambos conseguimos quitarnos nuestras respectivas camisetas, a lo que él puso sus manos en mis muslos y me subió a su cintura haciendo que entrelazara en él mis piernas. No podía pensar en otra cosa que no fuera él, no entendía lo que nos estaba pasando, nunca me había sentido así por nadie y menos con alguien con el que ya lo había hecho.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 23, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Journalist [Ashton Irwin & Luke Hemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora