quarentine [noren]

01

Renjun miro su plato de gomitas vació con un puchero antes de escuchar su nombre, encendió el micrófono de inmediato.

-¿Si, maestro?

"A usted le toca leer la página 340, es el sexto."

-Si, señor.-asintió.

"Y encienda la cámara, joven Huang."

Renjun rodó los ojos antes de suspirar.

-Si, maestro.

Antes de encender la cámara se decidió por ir a buscar más gomitas, aún así la cámara estaba encendida las podía comer disimuladamente ya que el maestro no veía bien. Se puso de pie y corrió hacia la cocina mientras tarareaba una canción, reviso la alacena, tomó un nuevo paquete de gomitas y luego fue a la nevera por una soda  cuando escuchó la puerta abrirse.

Se giró con una sonrisa viendo a su novio dejar unos papeles al lado.

-¿Más papeles?-se quejó acercándose para mirar la pila que había sido dejada a un lado.-¿Tu papá o la universidad?

-Papá.-se quejó quitando su abrigo.-Quiero renunciar pero necesito el dinero.

Renjun sonrió tocando su hombro.

-Lo se, yo también quiero hacerlo, amor.-susurró antes de alejarse y empezar a caminar hacia el pasillo.

Pero antes de poder llegar a el Jeno lo detuvo, jalando su mano para colocarlo frente a el, la mirada del rubio sobre su cuerpo lo hizo sonrojarse.

-¿Qué?-rió.

-¿Estás usando pantalón?

El mayor soltó otra risita mientras desviaba la mirada mordiendo su labio inferior.

-No.-susurró y se encogió de hombros.

Jeno sonrió acercándose a él.

-Entonces solo estás usando mi camiseta.

Renjun camino de espaldas hasta chocar con la pared.

-¿Si? Oh...-desvío la mirada.-Pensé que era mía.

-Te queda gigante.-susurró pasando sus dedos por sus muslos, levantando la camiseta en el camino.-Quiero hacerlo.

-Tengo clases.

-No importa.

-Pero-

-Las reglas.

Renjun tomó una respiración dejando lo que tenía en sus manos a un lado para luego mirar al rubio.

-¿Ahora?

-Si, justo ahora.-soltó acercándose a su cuello.-Justo aquí.

-¿A-aquí?-la mano de Renjun tembló mientras se acercaba al cabello de Jeno.

-Vamos a ser rápidos para que tomes tu clase.-Jeno sonrió antes de separarse y quitarse su camiseta.

Lo siguiente que Renjun supo es que su ropa interior había caído a sus pies y ahora estaba apoyado en la pared mientras sus piernas rodeaban la cintura del más alto. Sus labios se movían en sincronía, siguiendo el ritmo del otro con facilidad, como siempre. Las manos de Jeno se apretaba en sus muslos y luego el beso fue interrumpido para que dos dedos fueran hacia su boca. Soltó un alto gemido pero obedientemente los chupó y empapó mientras miraba al rubio a los ojos.

Su mente estaba absorta y no recordaba nada más, no estaba pensando en nada más que recibir a Jeno, y lo hizo.

-Ma-maldición.-soltó un gemido sintiendo como los dos dedos se abrían paso en su interior.