- Capitulo 5: •"Vida de ricos"

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-Max, despierta ya llegamos.-

Me levanto mi madre golpeando mi hombro.
Al mirar por la ventanilla pude notar que ya era de noche.

-¿Ya es de noche?- Dije frotando mis ojos.

-Así es, así que apresuremonos para llegar a tiempo a la casa de mi amiga -

-No me dijiste ni el nombre de tu amiga, mamá.-Dije guardando las maletas en el taxi.

-Oh, tienes razón. Su nombre es...-

-¡Elizabeth!-

Nos sorprendió ese grito de lejos y volteamos a ver, note que mi madre empezó a correr a su dirección.

-¡Samanta!-

Con que así era su nombre. Ellas se abrazaron y rieron, parecían adolecentes. Luego se acercaron a mi.

-Tú debes ser Max, ¿verdad?- Dijo acercándose a mi.

-Así es, soy Max.- Respondí con una sonrisa nerviosa.

-Oh, cómo has crecido. ¿Cuántos años tienes Max?.- Dijo acercándose a mi.

-Tengo dieciocho...- Respondí algo serio.

-Ya eres todo un hombrecito. -

La amiga de mi madre me ponía nervioso, no dejaba de hablar ni por un momento.

-Elizabeth, ¿Que haces metiendo tus maletas en un taxi?-

- Íbamos a tu casa.- Respondió mi madre.

-Yo los llevaré, Max por favor saca las maletas del taxi.- Dijo y se fue.

Mierda.

-Tu amiga es muy rara.- Dije sonriendo.

-No es rara Max, solo está feliz por verme y conocerte.- Respondió mi madre riendo.

Al bajar las maletas note un auto de alta gama acercándose a nosotros.

- Muy buen auto- Susurré.

- ¡Elizabeth!, ¡sube tus maletas! -

El auto era de ella, de la amiga de mi madre.

- Mira ese auto Max, es increíble - Dijo mi madre llevando sus maletas.

Coloqué las maletas en la parte de atrás del auto y nos dirigimos a casa de Samanta.

Durante el viaje pudimos notar muchos restaurantes elegantes de muchas estrellas y también muchas parejas agarradas de las manos y abrazándose. Tal vez Jackson tenía razón Francia es un lugar romántico.
Las personas aquí se veían muy sonrientes y las calles muy iluminadas era tan tranquilo.
Al desviar la mirada note que mi madre también estaba mirando por la ventana. Estaba pegada a la ventana y sonriendo, parecía una niña pequeña, no pude evitar sonreir.

- Es bonito,¿No?- Preguntó Samanta.

- Es bellísimo- Respondió mi madre.

- Les encantará París. - Dijo deteniendo el auto.

Al mirar para el costado pude ver una casa enorme y con una estatua en la entrada.

- ¿Es una broma? - Susurré.

- Max baja las maletas, yo le llevaré a tu madre a comprar cosas. -

Era muy mandona, al menos un "Por favor".

- Está bien. - Respondí serio.

Baje las maletas y se fueron, al mirar la casa me di cuenta que estaba solo.

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2021 ⏰

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