Uno nunca planea su vida, nadie está listo para saber que le depara la vida y cómo negarlo, soy la hija de Hudson Abadeer el rey de la nocheosfera y bueno todos sabrán que ser su hija no es una vida feliz, perdí a mi madre después de la gran guerra...
-Marceline: Hola lectores si leen esto, bueno nadie lee la mente lamentablemente pero bueno al parecer estoy soñando, ¿Cómo lo se? Bueno eso es obvio, ya no soy una niña.
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-Marceline: Si, esa adorable niña soy yo, como sea recuerdo este lugar, mi madre y yo nos ocultabamos en la ciudad de Nueva York pues una guerra había empezado, ¿Qué la causó? Bueno no fue ninguna invasión de los Skrull, ni el ataque de Knull, y mucho menos la invasión de un titan loco creo que su nombre Thane o Thanos, eso no importa, la realidad es mucho más simple, todo esto empezo por una simple emoción "miedo"- Caminaba mientras veía como toda la ciudad se incediaba- Ante las constantes invasiones los héroes tenían terror porque alguien al fin lo consiguieran, no los culpo, después un meter verde cayó desde el cielo, tenía una energía cósmica misteriosa, nadie sabía lo que era, pero varios héroes pensaron de que era la respuesta a sus problemas- Seguí mi rumbo corriendo mientras veía como los héroes que nos protegían, se mataban entre ellos.
Lo peor de esta pesadilla es que es real y no puedo cambiarla, por más que me gustaría, pensaba que todos habían enloquecido pero cuando uno de esos héroes iba a matarme, para ser más exacta era uno que usaba una armadura, bueno eran muchas armaduras.
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-Marceline: ¡¡AAAAHHHH!! - Grite con todas mis fuerzas, pense que sería mi final pero alguien me atrapa, salvando mi vida en el proceso, era tal vez el único héroe que quedaba, como sea, solo escapabamos de esas cosas.
-¿? : Todo estará bien pequeña- No lo vi pero nunca olvidaré su voz, solo pude ver una telaraña, luego escucho muchos ruidos gritandome que despertará, de la nada abro los ojos, como se los había dicho era un sueño, enfrente de mi estaba Simón Petrikov, mi padre, bueno no de sangre pero si a quien veo como mi verdadero padre.
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