POV Mina:
Seis meses, seis malditos meses habían pasado desde que la vi marcharse, mi corazón comenzaba a convertirse en un inmenso agujero negro desde que ella no estaba.
¿Cómo había podido ser tan imbécil?¿Por qué no pude confesarme a tiempo? ¿La extrañaba? Absolutamente, contaba los días, las horas, era insoportable la espera.
Me había atrevido a escribirle una carta, no sabía que decirle, no quería confesarme mediante una hoja de papel, quería decírselo mirándola a los ojos, sintiendo su corazón cerca del mío. Me limité a contarle sobre mi protagónico en la nueva obra del Lago de los Cisnes, en las ganas que tenía de verla entre el público y en cuanto deseaba que regresara, que esperaba con todas mis fuerzas que esté a salvo y bien de salud.
La respuesta nunca llegó y eso terminó de consumir por completo mi corazón, era un completo agujero negro que absorbía todo a su alrededor, mi vida se basaba en ensayar y solo ensayar, quería dar lo mejor de mi en el escenario por ella, por mi valiente Chaeyoung.
A diario recibía los comentarios de Momo sobre mi alimentación, mi falta de sueño, sobre mis huesos que estaban a simple vista pero terminó por agotar mi paciencia y simplemente decidí dejar de hablar con todas las personas y enfocarme en el baile.
POV Chaeyoung:
Los días se convertían en semanas, que a su vez se convertían en meses que pasaban entre balas, bombas y compañeros y compañeras caídas, había perdido a mi pilar de apoyo en este frío y oscuro lugar, mi compañero Jackson quedó gravemente herido y hacía días no se sabía nada de él y ya el escuadrón lo daba por muerto. Mi mente no podía pensar en otra cosa que no sea eso... ¿Dónde estás Jackson? ¡Por favor, no me dejes! Odio este lugar, tenía miedo y estaba exhausta de tanto combate.
Recibí una carta de mi preciosa ballerina, ¡Cuánto te extraño, Mina! Si tan sólo me hubiese confesado antes, si pudiese estar en casa mirando el techo y sintiendo sus pasos mientras practica, si supieras cuanto te necesito princesa. Lo único que pude hacer fue abrazar la carta y entre lágrimas quedarme dormida, sabía que corría riesgo, sabía que la misión de mañana era compleja y podía perder la vida. Con ese pensamiento terminó el día y fue lo primero que pensó al despertarse.
Su jefe llegó con el primer rayo de luz del día y nos despertó a las apuradas para entrar en combate, luego de ponerme mi protección y tomar mi arma salimos con mi equipo a la zona asignada, "Por favor, necesito ver a Mina una vez más" ese era el pensamiento que se repetía una y otra vez en mi cabeza mientras con mucho cuidado disparaba una y otra vez contra el enemigo. Y pasaron los minutos, tal vez horas, cuando pudo relajar su cuerpo y soltar el arma, pero algo andaba mal y ella lo sabía, su cuerpo se sentía débil y no podía pararse y fue ahí cuando sintió el grito de su compañero "Le dieron a Chaeyoung, le dieron a Chae, traigan un médico!" y de repente, todo se volvió negro para mi.
Well... ¿Qué les parece la continuación? ¿Debería seguir escribiendo?
