Háblame de nosotros (Shadonic)

•22: Pasaje

—¿¡Piensas decírselo ahora que lo veas!?

—¡Sí! Pero ya baja tu hype porque me siento más nervioso de oírte —La contestación de Sonic es directa, una seriedad que él nunca ha manejado y se hace presente en ese momento.

—Está bien, está bien...¡Cielo no puedo creer nada de lo que me has dicho, de verdad! —El cobalto tuerce los ojos, sin remedio de ver a su amigo blanquisco igual que siempre, eufórico e indiscreto.

Poner a su amigo al tanto de su vida fue, quizá, un mal error por tener la relación que tiene con él.

Su clase termina 30 minutos antes y entonces es el momento decisivo. Es viernes, viernes de fiesta y libertad, un día que dicta la culminación ansiosa en la universidad a pesar de ser las primeras semanas del curso. Nunca se detiene el ciclo, nunca.

—Bueno, Silver, te dejo con Tails, yo tengo una nueva actividad que realizar... —murmura hacia el erizo por observar frente a suyo a Shadow terminar de organizar su mochila, notando su presencia próxima a su asiento—, nos vemos el lunes.

—Nada de lunes, ¡Me tienes que contar a mas tardar mañana lo que suceda hoy!

—¡Yaaaaa! —protesta con un típico berrinche, clásico de él—, por favor, ya, adiós.

Lo despide con fuerza, sin tacto y con violencia de unos amigos llevados. Shadow no puede hacer como que no vio ello, hasta Silver tiene que saludarle con una expresión clásicamente forzada por la situación incómoda.

—¿Ya estás listo? —pregunta el veteado, colgando una de las asas de su mochila en su hombro izquierdo.

—Sí, ¿iremos a...? tu departamento, ¿no? Supongo.

—Sí, sigo rentando en el mismo lugar así que vamos. —Es el único dialogo que cruzan desde la salida del salón en el edificio cercano a biblioteca hasta medio campus, lugar donde ambos erizos discretos y de pocas palabras, ven a uno de su especie de la mano de Amy Rose, viniendo hacia ellos.

—Hermanito, cuidado con quién te juntas...

—Debería decirte lo mismo, "hermanote" —¿Qué más podrían decirse? Bueno, unas cuantas palabras agradables no quedan bien a la vista.

La manera en la que el pelo azul barre a la acompañante es de un auténtico demente, pero no iba a ocultarle su desprecio ni por cortesía, no después de haber engañado a su mejor amigo.

Shadow está sorprendido por la contestación, no esperaba que tremenda actitud nueva viniera de él, pero se ahorra aún más los comentarios y las ganas de partirle la jeta a Scourge.

Llegan al camión que va al sur, suben y se sientan el los primeros asientos cercanos al chófer, basta con ponerse en marcha el transporte unas cuadras y Sonic saca su teléfono celular para ingresar a lo que parecen ser unas páginas guardadas en sus marcadores del historial.

—¿Vas a leer? —pregunta intrepido, sin perder la sobriedad característica en sus expresiones vocales y faciales.

—Sí, estoy algo atrasado con los capitulos de Zhack. En parte está bien, así me siento con la suficiente emoción de leer uno tras otro. —Su forma de hablar es siempre intrépida. Cuando no tiene algo atorado en su psique, el cobalto puede ser un joven puro y sinico de la vida.

Pareciera que ese ser le da rabia al vetas rojas.

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"Su estómago se contraía como un loco enamorado, ¿Ya lo había mencionado? No, no lo había expresado a alguien, pero ese sentir lo repetía una y otra vez cada vez que podía estar cerca de Matti.

—Oye, Beciel, permíteme decirte algo...

—¿Qué sucede? ¿Acaso algo te incomoda?

—¿Pero qué has dicho, zopenco? ¡Claro que no! —El gracejo en sus reclamos era muy peculiar, tanto para que al chico de pelo oscuro le gustase oirle en ese tono—, yo...yo quiero pedirte un favor.

—Te escucho —Su aliento se cortó. Un momento inundó sus latidos y le permitió sentir su palpitar en el oído como melodía acompañante de la petición de su nuevo amado...

—Quiero que me hables de nosotros cuando estemos compartiendo momentos juntos..."

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—¡Aahhhh!~ —Aquel gemido lleva a la extrañesa completa a Shadow, quien desprende sus ojos de la página que leía para ver a su acompañante revolcarse en su pequeño asiento con las manos abrazando su telefono—. Esto es demasiado hermoso, ¡Por dios!

—¿En qué parte vas?

—Matti está cada vez mas romántico, y Besiel está dejando de ser un maldito glaciar —Un típico comentario de un fan, uno que pareciese demasiado emocionante como para ser así de certero. Shadow suelta un monosílabo gracioso hacia Sonic—. ¿Tú ya has leído las últimas actualizaciones? No me vas a decir que no te emociona leer como va la vida de estos dos.

—Sí..sus vidas caóticas...pareciese que todo va bien para ellos. —Cierra su libro con fuerza. Lo guarda con velocidad y se levanta de su asiento para ir hacia la puerta trasera del bus y bajar en la estación siguiente. Sonic le sigue con la misma velocidad pero con ausencia de organización que pareciese que él tiene.

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Con las manos posadas en sus rodillas, pareciese que intenta detenerlas de que bailen de arriba hacia abajo. Sonic está nervioso; sabe muy bien el por qué, más no entiende el para qué de eso, el cómo ha llegado tan lejos esto en tan poco tiempo.

Sabe que tiene que sacar muchos conocimientos con Shadow ahora o pisblemente nunca tenga una oportunidad similar.

El escritorio de su cuarto es cómodo, de hecho, la habitación en sí se ve cómoda, si el cobalto tuviera la oportunidad de tener un sitio así de organizado y libre en cuanto a vista y orden se sentiría experto en todo lo que hiciese, sin excepciones.

—¿Con qué quieres empezar? —cuestiona el pelo oscuro sin dejar de hojear su libreta, hay algo que le gusta de los textos de Sonic y no precisamente es las faltas de ortografía que encuentra.

—Pues...eh, no sé...¿Qué te parece que necesito para mejor basándote en lo que he escrito? —pregunta titubeante, recargando su mentón completamente a la superficie del escritorio.

—No lo sé. —Su respuesta y su tono han sido tan helados que el silencio se prolonga de forma brusca.

—Pues...yo tampoco, ¿sabes?

—A ver...lejos de tus faltas ortográficas, creo que necesitas hacer un ejercicio —Saca una libreta de su estante, justo del último piso, bueno, el más bajo, al ras de suelo. Va hacia Sonic y se sienta frente a él—. ¿Donde está el autorretrato que hiciste en el taller?

—Eh...si, el autorretrato... —alarga sus terminaciones y golpea con sus dedos la pasta de su libreta que jaló lentamente hacia él—. No tengo. El que hice no me gustó y...bueno, ya no existe.

—Imagínate que estás dentro de un libro, ¿ok? —La voz del vetas rojas vuelve a cambiar, esta vez su expresión es más autoritaria. Sonic se endereza y le presta atención afirmando con la cabeza—; eres uno de los personajes de ese libro, estás encarnado en él y pareciese que te conoces tal cual, sin excepciones, porque lo has leído durante muchísimo tiempo, ¿Podrias describirlo y describirte en un pasaje de una cuartilla? —Parece que lo entiende, Sonic afirma y Shadow le extiende una pluma para que acate lo que ha dicho.

Pasan unos minutos en los que parece que Sonic tiene muy bien metida la idea y la planeación de lo que hace. Tras unos minutos donde el ruido de la pluma rozar y delimitar su tinta en la hoja es el cantar de la habitación, Shadow pregunta:

—¿Qué personaje estás escribiendo y de qué libro es?

—Matti de Hablame de nosotros.