Perfecto Paraíso (Nueva Versión)

Prólogo

Mabel

Su rostro ese encuentra demasiado cerca del mío y puedo percibir el olor ha alcohol que emana de su boca. Me mantengo con los ojos cerrados, apretándolos con fuerza evitando mirarlo.

Es el tercer día que llega borracho a la pequeña habitación que llamo hogar desde que decidí vivir con él.

Volviendo a exigir acostarme y entregarle lo más preciado y valioso que tengo en la vida.

Me niego. No quiero sentir como entra a mi cuerpo mientras le digo que se detenga y él no me escuche.

Quiero hacerlo cuando esté completamente lista.

Pero aún no lo estoy.

Me sacude obligándome ha abrir los ojos.

De ellos brotan lágrimas que no puedo detener por el miedo e impotencia por no poder defenderme.

Hace un instante tenía su puño contra mi mejilla.

Y ahora tenía su cuerpo sobre el mío.

¿Cómo fue que terminé en esta situación?

¿Por qué le creí a un hombre pensando que lo amaba?

Soy una adolescente inexperta que creía que todo sería fácil si abandonaba la casa de sus padres por hacerle caso a un hombre alcohólico y mayor que yo.

¿Cómo me convenció para seguirlo y caer tan bajo?

No era la primera vez que me golpea y me gritaba que era una niña estúpida, perra y otros insultos que él no se percataba de que me herían.

Deseaba que este infierno terminará pronto.

Debía terminar mi relación con él y volver a casa de mis padres.

Temia por mi vida.

Él está diferente. Su mirada no es la misma.

Parece estar bajo alguna sustancia tóxica.

Está más agresivo de lo normal.

- Ojalá te dejarás follar como las demás. Eres una maldita pérdida de tiempo, Mabel - Apretuja mi rostro con fuerza con sus dedos.

Lastimando mi rostro.

Un sollozo sale de mi boca.

Me está haciendo daño, tanto física como mentalmente.

Yo sola me metí en este lío. Por dejarme manipular.

He estado seis meses viviendo con este hombre que me exige algo que no puedo ni pienso darle.

- No soy tu maldita puta. Si quieres a alguien disponible a la hora que tu prefieras. Busca a una mujer que quiera estar contigo y aguantar todo lo que he soportado a tu lado. No te daré nada - Escupo contra su cara, por primera vez desde que entró por esa puerta.

- Mierda. Entonces lo haré por las malas. Me gusta cuando te haces la difícil, preciosa - Me suelta el rostro bruscamente y me golpeo contra el duro colchón.

Provocando que la cabeza me puncé y abra los ojos horrorizada.

Abusará de mí. Va a tomar lo que hace meses ha estado reclamando.

Mi cuerpo.

Debo salir de aquí lo más pronto posible. No voy a permitir que haga lo que quiera.

Debo luchar.

Tengo que defenderme con todas mis fuerzas.

No me interesa si es más grande y fuerte que yo. Lo detendré y escaparé.