.°• 1 Cut •°.

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Se preguntaba cuándo fue que todo empezó a ir tan mal. No lo recordaba exactamente, solo tenía una edad aproximada. Aún así deseaba saberlo para retroceder a ese día y evitarlo a toda costa.

Para cualquier niño es normal tener por lo menos una niñera, más nunca te esperas que sea la causante de tus problemas a futuro.

Sus padres nunca estaban con él, tenían trabajo. Su padre era el gran superintendente de la ciudad, e incluso siendo tan chico lo admiraba completamente. No sabía de qué trabajaba su madre, solo sabía que se ausentaba durante días y cuando volvía era tan solo por unas horas ignorando tanto a él como a su esposo. Siempre parecía irritada, molesta, notaba que ese sentimiento incrementaba cuando hablaba con Jack, más no lo entendía.

Según él tanto su padre Jack como su madre Julia tenían la mejor relación del mundo. Más eso no es lo que le importaba en esos momentos.

Su hermana mayor también tenía una niñera, pero está no podía cuidar a los dos niños al mismo tiempo debido a que Danielle era muy hiperactiva, y él todavía muy joven. Sus padres se vieron en la obligación de buscar otra niñera. Su padre volvía cada vez más cansado del trabajo, así que le dejó la tarea a su esposa, confiaba ciegamente en que lo iba a hacer bien. Lastima que no resultó así.

Julia tan solo quería librarse de esa tarea lo antes posible, y lo logró cuando encontró una niñera a pocas cuadras de su casa, que cobraba barato. Sin pensarlo la contrató y mandó rápidamente al niño con ella.

Los primeros días creía que todo estaba bien, pero era un crío y habían cosas que no le gustaban, entre ellas la carne procesada. Su niñera, al contrario, era fanática de este tipo de comidas. Un día, simplemente se negó a comer eso. Grave error.

La mujer parecía no tener paciencia al ver que era "desafiada". Y al ver que incluso intentando obligarlo a comer no lo hacía, tiró el plato al piso y se levantó fuertemente de su silla, tanto como para que está se callera. Esos simples movimientos bastaron para que se pusiera a llorar, no le gustaban los ruidos fuertes, y su niñera se estaba alejando. Lo único que pudo ver fue como abría una cajita en la pared para bajar lo que parecía ser una palanca. Luego todo fue oscuridad.

Escuchó su risa alejándose, y luego una puerta abrirse y cerrarse. No sabía que hacer, tenía miedo y todo estaba oscuro. No tenía un celular para llamar a sus padres y no quería que al bajarse se le clavara un pedazo de plato en sus pies descalzos.

De repente una luz apareció en su campo de visión. Sabía que era su niñera y se alegró al saber que vendría en su rescate. Más esa alegría se esfumó al ver cómo la luz subía y enfocaba un rostro completamente horrible. Parecía una especie de cerdo llenó de sangre con una melena parecida a la de un león también con sangre. En ese momento se largó a llorar más fuerte. ¿Dónde estaba su niñera y por qué esa cosa estaba en su lugar?

No lo sabía. No lo entendía. Solo pensaba en correr de aquella cosa, pero su cuerpo no reaccionaba. La "cosa" cada vez se acercaba más y cuando pensó que lo agarraría se giró y pensó que simplemente era un pequeño susto y era inofensiva. Una gran mentira que se daba para calmar sus nervios. La de cara llena de sangre volvió a girarse, esta vez con un cuchillo en una de sus manos. Ahora por fin su cuerpo reaccionó, y sin preocuparse por la cerámica en el piso corría a la puerta trasera que se encontraba en la otra esquina de la casa. Escuchaba la risa de la cosa que era exactamente igual a la que antes escuchó.

Tal vez la que se había reído era esa cosa y no su niñera como había creído en un principio. Eso de momento no le interesaba, no iba a parar a pensar en ello, no con esa cosa tras de él.

Logró salir al patio trasero, había un perro, todavía parecía joven y estaba atado. No le dió importancia al animal y corrió al portón verde por dónde se entraba y salía de la casa. Intentó abrir la puerta empujando, luego intentó alcanzar la manija, pero siempre fue bajo de estatura. Se desesperaba cada vez más, y esa sensación de miedo se convirtió en terror al escuchar la puerta por la que salió anteriormente abrirse y cerrarse. Los pasos no parecían acercarse, con la curiosidad carcomiendo su ser, volteo a ver para observar como ese monstruo desataba al animal y le decía algo que, incluso con el poco espacio que los separaba, no logró escuchar ni entender. De los nervios empezó a sentir su respiración faltar, su cuerpo temblar y las lágrimas bajaban más rápido. Su pecho parecía doler demasiado, sobretodo en su corazón. Toda esa sensación aumentó al ver el animal correr hacia él, mostrando sus colmillos y ladrando.

No lo sabía, pero se encontraba gritando por sus padres, o más bien por cualquier persona que evitara que ese perro le atacara. Tampoco lo sabía, pero ese monstruo se había sacado la máscara mostrando a la persona que supuestamente tenía que cuidarlo, riéndose de su miedo, mientras alentaba a su mascota.

Cerro los ojos y espero la mordida mientras se tiraba al piso, pero un golpe en la puerta hizo que su niñera detuviera al perro. No sabía quién había golpeado, ni por qué simplemente sintió la vibración del metal más no el ruido, solo sabía que estaba completamente agradecido con esa persona.

En ese momento no lo sabía, pero había experimentado por primera vez a sus siete años un ataque de ansiedad. Le pidió a sus padres reiteradas veces quedarse solo, no ir más, lo hizo al borde de las lágrimas y a veces incluso lloraba, pero no le hacían caso.

Todas las noches tenía pesadillas con los constantes sucesos parecidos al primero. Parecía que su niñera le había tomado una extraña afición al asustar al pobre niño de esa manera. Incluso hoy en día tenía algunas pesadillas relacionadas a esa experiencia.

Llorando, y temblando al revivir ese recuerdo, toma la cuchilla entre sus manos y con un pulso tembloroso la pasa contra su piel. El ardor que le producía le calmaba, al mismo tiempo que le alteraba.

La sangre saliendo de la herida le hacía sentir un peso menos, le gustaba pensar que el recuerdo que le perturba se iba junto a la sangre, para darle una carga menos que hacía que sintiera ganas de no respirar más.

Esa fue la primera cortada de esa noche, junto con el primer recuerdo de muchos más.

.•°-Author-°•.

Espero les esté gustando, no tengo mucho que decir hoy.

Si ven alguna falta ortográfica o de redacción no duden en corregirme.

Tengan lindo día/tarde/noche ❤️

Cut Or Cure - GustaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora