Sin destinatario

Sin rostro

Esta noche no se por que escribo, no se a quien le escribo. Entre sueños borrosamente he visto tu nombre y tu cara, que continuamente cambia cada vez que duermo y a veces siento que muero al ver la oscuridad de una noche sin sueño donde el viento entre los árboles es mi único cuento antes de dormir, que me cuentan historias creadas de realidades paralelas, de caras inexistentes, buscando una pista de tu ser a través del tiempo.
¿Eres tú? ¿O sólo soy yo creandote en los suelos de mi mente?
Anonimato es tu nombre, signo de interrogación es tu rostro bella dama de misterios y pasiones inventadas por un loco a la luz de la luna.
Duermeme y embrujame con tu misterio hasta que llegue el día que cruces mis ojos físicos y me transpases con la lanza de tu enamoramiento.
Rompe el silencio de este infinito momento que tardé en encontrarte, revienta mis tímpanos, quema mi piel con el calor de tu amor, evaporame y elevame hasta el cielo.
Eres la que puede ser y la que no puede ser, el tal vez, el si, el no y el imposible al mismo tiempo, que cambia su rostro todos los años pero al final serás una que no se irá, y la imagen tuya quedará grabada en mi hasta que mi ser expire.