𝙋𝙖𝙧𝙚𝙣𝙩𝙨

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ㅤㅤ│+3600 palabras.
       
ㅤㅤ│HC Gustabo TID (alters sacados de un hilo en twitter). Si está mal hecho, espero que me perdonen, porque en si es muy complicado hacer personajes con este tipo de trastornos.

ㅤㅤ│Alters: Fred, James, Wilson, Cuatro y Pogo.

ㅤㅤ│¡Disfruten!    

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La máscara rosada del Inspector Jefe cayó al suelo, mientras la puerta de la sala era cerrada por la persona que lo acompañaba y quien era el dueño de la casa. Se escuchó un gruñido casi inaudible de parte del mayor, pero el rubio lo ignoró, aunque si escuchó un comentario en la lejanía de que debía tener un poco más de cuidado con las cosas.

—Joder, vaya día de mierda… — Se quejó mientras se quitaba las zapatillas con sus pies y las dejaba a un lado de la puerta, empujándolas y dejándolas bien apegadas a la pared.

—No vayas a dejar ahí tus putos zapatos, que yo no te los voy a ordenar, y tampoco lo hará Julia. Ten un poco de orden, coño, que pareces un puto niñato tirando todas tus cosas…

Conway se agachó para tomar el pasamontañas que había tirado su subordinado; a.k.a su pareja; a.k.a inspector jefe del cuerpo nacional de policía; a.k.a su puta peor pesadilla en casa.
Para el chico, estuviera cansado o no, era costumbre sacarse tanto la prenda de lana que llevaba todo el día (para ocultar su identidad) como también los zapatos, porque siempre corría/caminaba mucho en el día, así que era un placer para él sacárselo al momento al llegar a su hogar.

—Lo ordenaré después, coñio, no se me queje ni se ponga dramas, que me pongo sensible y lloro.

Otro gruñido. Un pensamiento —que a la vez sabía muy bien que no lo era y que parecía más bien una voz— le recordó que parecía un perro con todo lo que gruñía en el día. Sonrió de lado, dándole la razón a su mente — que tenía nombre, igual que los otros tres, excepto el cuarto— y miró todos los lados de la pequeña vivienda.

Pasó sus ojos rápidamente por la cocina abierta y por la sala-comedor, sin encontrar lo que buscaba, solo un par de latas vacías y dos vasos desechables de plástico que descansaban semivacías en la mesa del living, al lado de un diario y un cómic que no sabía de donde había salido, porque en la mañana no lo había visto ahí.

—No la veo.

—Son las dos de la mañana — Escuchó a Jack desde la cocina. Se encaminó hacia allá en pocos pasos para escucharlo mejor—. Debe estar durmiendo, no creo que se haya quedado despierta solo para esperarnos y darnos las buenas noches.

—Eso sería demasiado mono de su parte, pero no creo… Tienes razón; el sueño debió consumirla muy rápido, y también me va a consumir a mi. Si no me acuesto en la cama en menos de diez minutos, me voy a arropar con la alfombra y dormiré en el suelo, primer aviso.

—Joder… Venga — Las latas que había visto en la mesa del living fueron desechadas en el tarro de la basura, al igual que los dos vacos de plástico que en la mañana tenían café—. A la cama.

—¿Me va a llevar al estilo princesa hasta la pieza?

—Claro que no, capullo. Tienes dos piernas funcionales que puedes ocupar para llegar a la habitación.

—Mentira, me duele mucho la pierna izquierda y la cadera… Cárgueme y muestre su lado de príncipe azul, vamos, no sea amargado.

—No te creo nada, Dios, si no fuera que sé cómo son cada uno, pensaría que eres el otro niñato que no sabe mentir.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2020 ⏰

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