Remember.

Adrian's Genuine Frozen Custard. ☕️

Literalmente llevo 41 minutos caminando por las calles de Altoona en busca de un restaurante decente y la mayoría están cerrados, los pocos que no, simplemente dan asco.
Doblo en la esquina y veo un rótulo con el nombre "Adrian's Genuine Frozen Custard." Y un dibujo de una mujer con un palo en una cubeta, hay postales de café y menús pegadas en la ventana así que deduzco que es un coffee. Realmente el lugar da mucho asco pero, estoy harta de caminar por todo el lugar así que simplemente entro.
Suena la campanilla al abrir la puerta.
"¿Hola?"
"¡Oh! Hola, soy Silvia y estoy a tus órdenes." Dice una mujer de unos treinta años, tal vez, saliendo de una puerta que supongo conduce a la cocina.
"¿Me das un capuchino y tres croissants?"
"Como guste." Dice sonriente la rubia quien dice ser Silvia.
"Lo quiero para llevar."
"Uh."
Espero en el mostrador unos diez minutos hasta que aparece Silvia nuevamente con mi café en la mano.
"Son veintiocho dólares."
"Claro." Buscó en mi cartera mi tarjeta platino y se la entrego. Silvia la pasa por la maquina y aquí es donde mi vida cambia.
"Señorita, su tarjeta no funciona."
"¿La pasó dos veces? Eso aveces falla."
"La pasé tres y no marca nada."
¡Mierda! Mi madre es una bruja realmente.
"Te contaré algo Sil, ¿te puedo llamar así, verdad?" Ella asiente. "Hoy me echaron de mi casa como a un perro y bueno mi familia es la familia D'efford, no sé si ha oído de nosotros y tenemos mucho dinero, pero seguramente mi madre canceló mi tarjeta porque bueno ella quiere que trabaje y pague mis mierdas. Entonces, ando buscando empleo. Yo mañana veo como hago y le traigo el dinero si me lo permite."
"Lamento mucho su lo que sea que le haya pasado pero, es imposible dejar que pague mañana. Eso me costaría el trabajo." dice pensativa Sil. "Sin embargo hay algo que podría hacer..."
"¿Qué sería?" No me gusta el camino por donde va esto, pero si planeo regresar a casa debo de demostrar que soy capaz de vivir por mí misma y que mejor manera que conseguir un trabajo el primer día.
"Hay una compañera que se va de vacaciones y están buscando suplente. Yo podría hablar con Kash y ver si te contrata. Claro, tendrías la primera semana sin paga por ser la prueba y para cubrir tus veintiocho dólares." La paga debe ser una mierda.
"¿Cuánto es la paga?"
"Treinta dólares por semana." Mierda.
"Acepto." Necesito dinero así que no queda de otra.
"Hablaré con Kash. Pasa por aquí mañana a las 2:40 pm que comienza mi turno."
"Claro y gracias, Sil."
"No es nada." dice amable.
"Adiós." Y salgo de ese mugriento y asqueroso futuro empleo.

Llevo un buen rato intentado abrir la puerta de mi departamento y no puedo. HELP! Veo a un chico de espaldas con cabello colocho (sexy) caminar. "¡Hey! ¿Podrías ayudarme?"
El chico voltea y ¡mierda santa! Tiene los mejores ojos color vomito de la historia. God! Ese chico debería salir en mis revistas. "¡Wow! D'efford está en Altoona. Impresionante."
"Disculpa, ¿me conoces?" Claro que me conoce, soy Clarissa. ¡Duh!
"¿Conocer a una maldita, engreída, ricachona que en su cuarto tiene siete guitarras bien alineadas y, dos cuadros de París, uno de Italia y otro de Sydney? No lo creo." Mierda santa. ¿¡Qué pasa aquí!?

"..."