Ahí estás tú, como una partícula de nada afectada por todo, como brisa sin destino pululando al atardecer.
Ahí está él, con una calma desacorde a su inmensidad. Te acaricia sin manos, se cuestiona tus pesares y te exime de ellos.
Entonces, los comparas, y tus problemas se hacen cada vez más pequeños.
Se vuelven nada y ahora tú eres todo, y se lo debes, aunque no haya hecho nada.
Te consuela de solo mirarle, suspiras, te abraza con solo tocarte los tobillos.
Baja el sol y cambian sus colores, el azul añil se torna rojizo, como si hubiese disuelto al propio sol en sus olas dóciles. Toma aspecto de la lava y a simple vista siente que puede quemarte.
Una imagen que ni la cámara más moderna, ni el pincel más experto podría captar en todo su esplendor.
Te marchas con la promesa de regresar. Él no te juzga, solo te mira,
porque, aunque no lo sepas, dentro de tí hay lugar para su inmensidad, incluso hasta más.
Te susurra esto sin voz, y depende de tí escucharle.
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Ecos De Un Alma
ПоэзияAquí solo hay sentimientos escritos, cosas que de tanto guardarlas dentro toman la forma de letras conformando a su vez relatos, poemas o frases y fluyen al exterior.