Confrontación

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Era el primer día de Naruto como entrenador de los guardias del señor Hyuga, estaba muy emocionado porque recibiría una nueva paga que ayudaría a la salud de su madre pero a la vez triste porque no vería a Hinata tan seguido, tal vez no la vería en días y eso lo deprimía.

Naruto buscó al señor Madara que seria su nuevo "jefe" a partir de ese día, esa idea no le agradaba, el señor Hyuga confiaba en ese tipo pero algo en el hacia que sus sentidos se despertaran y que estuviera en alerta siempre que estaba cerca, en especial desde el día en el que le preguntó por sus padres, tal vez ahora podría investigar de donde los conocía, si era su amigo o si tenia algo que ver con la desaparición de su padre.

= Naruto.- 

El lugar esta vacío, no comprendo, el señor Madara me dijo a las 6 de la mañana y no esta nadie en el patio.

* Entonces si eres puntual - era Madara, llegaba atrás de mi - me alegra que al fin estemos los dos solos, tenemos mucho de que hablar.

* Señor creo que no lo entiendo - lo miro a los ojos con recelo - ¿no era hoy el primer día de entrenamiento de los guardas?

* Si lo es - se acerco a mi y me analizo - pero primero quería hablar contigo de un tema un tanto delicado, es algo que me esta carcomiendo desde el día que te conocí muchacho.

* Me lo hubiera dicho antes - estoy nervioso pero no puedo dejar que lo sepa - pregúnteme lo que quiera y yo tratare de contestarle todo lo que pueda.

* Bien - sonrió con malicia - ¿sabes la historia de mi familia, mi prometida, los Uzumaki y Namikaze? 

* La verdad señor, no me agrada indagar en la vida de los demás, así que no conozco su historia y sobre los otros que dijo no se quienes son.

* Bien chico - el estaba pensando - entonces solo te diré que Uzumaki es el apellido de la mujer que ame, Namikaze el apellido del hombre que me la robó y la verdad es que desde entonces mi familia a experimentado algunas cosas tristes, mi hermano y su esposa asesinados por tu gente en un robo y pues lo más reciente, el robo de Rin.

* ya veo - baje mi mirada - no conozco a nadie con esos nombres, es la verdad

* Chico, por tu bien espero que lo sea porque no e olvidado a mi hermosa Kushina, sin mencionar que te pareces al maldito de Minato Namikaze - levante la mirada, mis padres

* Lo lamento señor, no quería recordarle momentos tristes- me aleje un poco de él - ¿esas eran todas sus preguntas?

* Bueno en parte - dio un paso hacia mi - lo último no es una pregunta, es más bien una advertencia/amenaza 

* ¿Amenaza? - quería golpearlo pero si lo hacia perdería mi trabajo - ¿Qué fue lo que le hice para que me hable de esa manera señor Madara?

* Veras, aunque me digas que no eres nada de Minato - se cruza de brazos - eres parecido y no solo físicamente, sino que igual que el te estas interponiendo en mis planes mocoso, así que solo lo diré una vez, aléjate de la Hyuga o no volverás a ver la luz del día 

* Hinata es mi amiga no veo el motivo por el cual me tenga que alejar de ella

* No me mientas chico - se acerco a mi con una cara amenazadora - los vi besarse el otro día, pero esa chica es propiedad de mi sobrino

* ¡Hina no es propiedad de nadie y menos de ese petulante! - no aguante, lo tome de la camisa y lo mire fijo a los ojos

* Ya veo, me agradan tus agallas muchacho - quito mis manos de su camisa - pero recuerda - sentí un golpe en el estomago - que tu eres una simple escoria y mi sobrino es un noble, no permitiré que nos quites lo que nos pertenece

* Ya le dije que ella no es una propiedad - me enderece lo mejor que pude - y no dejaré que la lastimen

* Yo tengo el suficiente poder para hacer lo que quiera con quien quiera - me iba a golpear pero lo detuve - así que si quiero te puedo desaparecer en menos de lo que canta un gallo, y si a ti no te interesa desaparecer tal vez te interese saber que puedo hacerle la vida miserable a la linda Hinata si no cooperas conmigo asqueroso romaníe 

* ¡Si usted hace eso lo hare sufrir por el resto de su vida!

* I N T E N T A L O - empezó a reír - además, ¿Qué podrías hacer tu? ... bueno, se esta haciendo tarde y no tardan en llegar los guardias, más te vale que hagas tu trabajo bien si no quieres que el señor Hyuga te corra por incompetente, ¿o si? 

Llegaron los guardias, Madara me presentó y les dijo que seria su entrenador, me dejó encargado y se fue sin decir nada más, con eso empecé con el entrenamiento, fue duro y el señor Hyuga tenia razón, eran malos pero con espíritu y eso puede ayudar más que el talento natural.

Cuando acabamos, fui al pozo por algo de agua, seguía pensando en la amenaza de Madara y en lo que dijo de mis padres, tenia tantas dudas y hoy era día de regresar de mi casa, pero antes de eso tenia que hacer una visita secreta a Hinata.


Continuará...

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