El Dr. Reid está acostumbrado a investigar y resolver casos de asesinatos, secuestros y criminales, debido a su particular trabajo como Agente Especial en la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, pero nunca antes se había sentido con la necesidad...
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Cassandra nunca antes había tenido tanta protección en su vida.
Se encuentra caminando por el restaurante del hotel Luxury Hill y sabe que hay al menos diez agentes encubiertos en el lugar, fingiendo disfrutar de sus desayunos, cuando en realidad se encuentran cuidandola.
—¿Puedo sentarme? —alzó su cabeza para encontrarse con JJ y asintió lentamente.
—¿Así es siempre? —le preguntó pasando su cubierto por sus panqueques.
—¿Qué?
—Cuando cuidan de alguien que es una posible víctima —aclaró tomando el jarabe.
JJ la miró sonriendo con tristeza al verla poner demasiado jarabe a los panqueques.
—Sí, así es siempre —respondió con una mueca.
Cassandra miró sus panqueques y parpadeo varias veces—. Quiero ir a mi casa —JJ se atraganto con su jugo y tosió un poco—. Perdón —se disculpó bajando su cabeza.
—¿Por qué quieres ir a tu casa? —curioseo.
Alzó sus hombros y ladeo una mueca—. No lo sé... quiero... quiero tomar ropa, supongo —murmuró pestañeando varias veces—. Quiero ver mi casa una última vez —confesó mirando a JJ.
Ella asintió con su cabeza—. De acuerdo, le haré saber a Derek que quieres ir, para que vayas acompañada —Cassandra intentó sonreír un poco.
—¿Puede ir Spencer? —preguntó en voz baja.
JJ sonrió sin poder evitarlo—. Claro, puede ir él, es... agradable, ¿no?
Cassandra suspiró mirando sus panqueques—. Le gustan los dinosaurios —murmuró haciendo que JJ soltara una risita.
—Buenos días —Cassandra alzó su cabeza al ver como Derek se sentaba en la misma mesa que ellas—, ¿cómo te sientes Cassandra? ¿Lograste descansar?
Negó con su cabeza y bebió un poco de su café.
—Derek, a Cassandra le gustaría ir a su casa —informó JJ.
Derek se llevó un pedazo de pan a su boca para ver a Cassandra—. ¿Algún motivo en específico?
—Quiero... tomar cosas —murmuró—, él estuvo ahí, quiero ver que hizo —respondió cruzándose de brazos.
—¿Estás segura de eso? —preguntó Derek alzando su ceja, ella afirmó con su cabeza—. Bien, iremos.
