Esa noche fue la más tormentosa que avecinó todo el sendero en Yunmeng Jiang.
Cuando el sol salió, ya habían capas de hojas regadas y charcos de lodo por todas partes a donde quiera que se mirase.
También una desagradable sensación iracunda inundaba por completo el intenso aire frío. Los discípulos se apresuraron a limpiar lo que le tocaba en el aseo al brote de loto blanco, con su ausencia por alguna extraña circunstancia, parecía que también se había disipado la tranquilidad.
Wei Wuxian esta mañana se encontraba tan malhumorado, que densas cortinas negras rodearon las paredes, espectros iracundos desde las profundidades del infierno saturaban a su paso neblinas de zarcillos negros por todos los lugares a la intemperie.
Nadie sabía que le sucedía hoy en día al soberano, él, quien siempre se había mostrado como una persona tan amigable y siempre sonreía abiertamente.
Ahora solo fulminaba con la mirada a quien sea, que se atreviera a atraer su atención.
Al despertar, había ido directo a la habitación vecina, y sorprendentemente cuando no hubo respuesta de la otra parte, terminó por derrumbar la puerta.
Wei Wuxian llamó a un par de aprendices que pasaban en ese mismo instante por su ala privada, las jóvenes llevaban cargando en sus espaldas, pesados costales repletos hasta el tope de hojas secas, Wei Wuxian en seguida les preguntó a donde se había ido el ser que se hospedaba en esta habitación.
Las dos jovencitas se miraron confundidas, sus rostros nadando entre el desconcierto. Cuando se percataron de que no se trataba en lo absoluto de una broma, una de ellas le respondió firmemente a su líder de secta
- Líder de secta, usted le pidió exclusivamente a nuestro shídi que fuese a buscar al viejo Wu por sus famosos hechizos de recomposición para la vitalidad espiritual, él partió al amanecer debido a ello, si no es mucha intromisión ¿Desea que lo vayamos a buscar? -
Wei Wuxian tensó la mandíbula
- No es necesario. -
Barriendo sus frondosas mangas, abandonó el recinto dejando a todo aquel que presenciaba su evidente estado irascible, con una extraña sensación de terror, los espíritus demoniacos de igual manera no tardaron en arrastrarse entre cada hueco y ranura entre las tablas de madera, siguiendo a su Patriarca como bestias hambrientas.
Jiang Cheng había tardado más de lo esperado en volver, y fue el pique de la paciencia para Wei Wuxian, con una singular aura imponente, en cuanto Jiang Cheng apenas y puso un pie en la entrada de la secta para el anochecer, lo arrastró hasta sus aposentos y pidió que nadie se atreviera a molestarlo, si no se debía de vida o muerte.
Jiang Cheng fue empujado con fuerza sobre las sábanas de seda, y fue tomado con impaciencia. Los labios sacudieron cada parte de su boca, las manos fuertemente apretadas, le estaban impidiendo desatarse de los amarres que apresaban sus muñecas, mordió sin la intensión de intensificar hasta el sangrado, la lengua que jugaba tercamente contra la suya, deteniendo la fiera intensión de Wei Wuxian al instante.
- ¡Wei Ying! -
Wei Wuxian ya estaba respirando de la rabia cuando sus ojos inyectados en sangre, observaron los asustadizos ojos de Jiang Cheng
- ¿Qué te ha sucedido? ¿Por qué actúas de esta forma? - Disgustado por su posición Jiang Cheng no pudo evitarle la mirada y también se mantuvo fijamente observando los ojos enrojecidos de Wei Wuxian, intentando mantener una intensa expresión sombría.
Wei Wuxian se esforzó en tratar de aclarar su mente, pero le seguía siendo imposible, cuando continuaba escuchando esos desgarradores gritos de todas esas almas en pena acechándolo dentro de su cabeza, y extrañamente al acercarse a Jiang Cheng, parecía que todo el oleaje tormentoso cesaba.

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In Situ.
FanfictionCon el infortunio de una maldición pesándole sobre los hombros, Jiang Cheng se verá envuelto entre la espada y la pared, ahora que ha sabido en base a los rumores que han circulado por las regiones en donde ha vivido desde aquella tragedia en su hog...