Capitulo 2 |Lo que no pertenece|

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La noche fue cayendo, dejando la mirada filosa del azabache fijas en las últimas lineas amarillas que quedaban sobre el horizonte. Cuando al fin se fue el sol sintió su cuerpo con más energía, más fuerza. Se sintió renovado, algo que solia pasarle cada que la noche entraba. Miró a su alrededor viendo a todos reir y jugar contentos ante el cierre de la fiesta, la pequeña Shelly al fin tenia 13 años y su poder ya debia estar por manifestarse, algo que ponia incomodo al menor de los Collins, no entendia perfectamente porque una semidiosa podía manifestar un poder específico.

No la odiaba pero sentia que su lugar no era con los Dioses, jamás podria entender la necesidad de tomar a los semidioses como seres celestiales.

A lo lejos pudo ver como el esposo de Dasha se acercaba, Icky, Un ser humano. No sentia algun tipo de estima hacia él mas que respeto por su posición como esposo de la Diosa de la luz. Podia sentir como aquella mezcla tan vulgar de razas era tan impropia, no podia comprender a los seres humanos y tal vez ese fuese el motivo de su descontento con ellos. Sin embargo, su madre era una, y podria jurar que ella era la unica a quien entendia y amaba.

“¿En que tanto piensas, cariño?”

Se sorprendió ligeramente ante la suave y dulce voz de su madre. “En nada al que se le deba dar mayor relevancia”

“¿Mmh?”

“Simplemente no es importante, oye mamá tu... ¿como ves el mundo?”

Aquella pregunta parecio tomarle por sorpresa, sonrió y luego de pensarlo detalladamente respondio: “Ay  hijito,  no es necesario ver lo que crees necesitar, sino lo que es importante sentir.”

“Te la pasas mucho tiempo con padre, le pregunte lo mismo y me respondió igual que tú.” dijo manteniendose inexpresivo, viendo como las mas pequeñas jugaban juntas.

“Si, tu padre es muy sabio deberías hacerle caso.” llevó su mirada hacia donde el azabache estaba viendo.

“Eso hago pero la mayoría de sus consejos no son muy prácticos, además no le entiendo la mayor parte del tiempo.”

Lo miró con una sonrisita complice, “¿se lo dijiste?”

Asintio afirmativo  “dijo algo como: lo entederas cuando necesites entenderlo... Me dejo mas confundido para variar.”

Soltó una risita ante aquello... “Trunks” se quedo mirando con un brillo en sus ojos nostálgico pero mayormente triste “Te quiero mucho hijo”

“Yo a ti, te adoro madre...” Lo abrazó, llena de anhelo como si quisiera desahogarse y aferrando su agarre, el mas alto pudo escucharla sollozar sobre su hombro; “estas llorando, ¿por qué?”

“Es que me hace tan feliz que estemos juntos todos, solo ignorame, sabes como soy... Muy sentimental y sensible.”

Solo decía aquellas simples palabras, palabras que podian atorarse en un tonaje desesperado y triste. El menor suavizo sus facciones tratando de darle consuelo.

“Muy humana diría yo.” Añadió limpiándo el rastro de lagrimas que empañaban el rostro de su madre.

“Trunks, ¿tú como ves el mundo?”

Esa pregunta le tomó desprevenido cambiando su expresión a una intrigada y confundida. ¿Como ve él el mundo?, aquello jamás se le habia formado en la cabeza, siento su cerebro funcionar intentando buscar aquella respuesta desde sus adentros. Sugirió un par pero aquello era tan vago que le surgió mas dudas.

“Esta bien... Vamos por pastel.” Su madre lo sacó de sus pensamientos, dio la vuelta yendose con los demás, no sin antes decirle a au hijo: “te veo allá.”

Entre el Día y La Noche -Escribiendo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora