"Misión; aceptar la paternidad"

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"Tengo miedo mama... el gremio... papa..."

Eran las palabras que no salían de su cabeza, palabras que escucho de su pequeña hija aterrorizada luego de haber tenido alguna clase de pesadilla.

Nashi se encontraba durmiendo nuevamente acobijada en su pecho con algunas lágrimas aún resguardadas en sus lindos ojos. Mientras Lucy la abrazaba con mucho amor y con toda la intención de que su hija no vuelva pasar por eso.


Su hija... Era algo estúpido seguir negándolo hasta ahora, siendo sinceros, esperaba no volverse a desmayar por todas las noticias fuertes que había recibido hasta ahora.

No sabía lo que Natsu pensaba acerca de todo lo que había pasado hasta ahora, pero conociendo a este idiota.

Ese idiota que hasta el día de hoy no paraba de hacerla llorar y reír, disfrutar y asustarse y vivir todos los días una nueva aventura... Si, ese idiota que a día de hoy la traía locamente enamorada de él, seguramente estaba muy feliz de tener una hija.

¿Cómo estaba segura? Por que así como él conocía todo de ella, ella conocía todo de él.


Aunque le aterraba un poco la idea de que este mismo idiota sea el que proteja a Nashi por su actitud destructiva.


Volviendo al tema que le molestaba, era que su pequeña hija estaba aterrada por alguna razón, y no le gustaba. 

Las reacciones de miedo en los niños al despertar de un mal sueño lo conocía muy bien, pero su hija no estaba asustada. Era como si algo la aterraba, y sea lo que sea, involucraba al gremio y a Natsu. 

Por lo que tuvo la idea de hablar de esto con Natsu en cuanto se atreva a despertar.


- "(Un momento...)" - con todas las cosas que pasaban por su cabeza se había olvidado de un pequeño y minúsculo detalle... - "¡Iya!"


Soltó un pequeño grito cuando dos brazos se sujetaron a su abdomen, y estos mismos atraían su cuerpo cerca al idiota que ocasiono el grito en primer lugar. 

Su cara no podía estar más roja cuando un dormido Natsu la abrazó como un oso de peluche y no tenía intenciones de dejarla ir, la barbilla del chico se apoyaba en su hombro y sus labios se ocultaban en su cuello, sin mencionar que por la cercanía, sus sexos literalmente se estaban rozando brindándole una extraña y satisfactoria sensación a la pelirrubia.

Si no fuera por que ella abrazaba a Nashi del lado contrario, seguramente ya le hubiera dado una paliza al imbécil a su lado para más tarde recordar el incomodo momento con una sonrisa.

Aunque si la situación no fuera ya muy incomoda, tuvo que pasar lo siguiente para literalmente estar al punto del colapso.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2020 ⏰

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APRENDIENDO A SER PADRES - [Nalu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora