El terrible día de Trunks

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Había pasado la mayor parte de su domingo encerrado y terminando proyectos, sin embargo se sentía muy inquieto por alguna razón, fue hasta más tarde que todo se le nublo y se desmayo por un momento, despertó, y sintió una gran impotencia y nisiquiera sabía porque, tenía una rabia pero tan infundada.

Su lobo interior aullaba por algo, supuso que estaba agotado y se retiró   a dormir pero no pudo, se sentía del asco, sentía que debía hacer algo, pero no sabía a qué se debía tanta inquietud. 

El lunes había llegado y el no pudo haber pegado el ojo en ningún momento, se subió al carro y fue a la universidad tenía que ver a Goten no sabía porque, jamás se había sentido tan inquieto, llegó y antes de ir a  sus clases, se dirigió directamente  a la facultad de Goten, miro a Lapis y avanzo largas zancadas hasta ponerse enfrente de él, lo interrogó, pero solo obtuvo respuestas negativas y un supuesto de que le marcaría cuando lo viera.
Todo pasaba rápido y se sentía atrapado en una película muda, sin saber nada de Goten en todo el día, marrón tampoco le contestaba y eso le preocupaba aún más, fue a sus clases y no les presto atención, tampoco notó lo que le decían varias chicas, las ignoro y se dirigió  a su carro.
En la entrada de la universidad vio alguien que le dió repugnancia, aquel beta estaba vestido con un pantalón de mezclilla, con unos lentes negros, era ese imbécil que la otra vez le había dicho cosas horribles a Goten, su estúpido ex que había ido a buscarlo. Trunks se sentía tan inquieto que tuvo que retener sus fuerzas de golpear a ese asqueroso beta. Pero el Beta se le acercó, como si nada hubiera sucedido antes.

—hey, tu,¿Eras el amigo de Goten no?—aquella repugnante voz solo hacia que sus feromonas se pusieran a la defensiva, pero como la otra persona era un beta no pareció advertir las feromonas.

Trunks lo ignoro y siguió caminando, no quería perder tiempo, debía ir a la casa de Goten y asegurarse de que estuviera bien.

—hey niño bonito, no me ignores, quiero saber dónde está Goten, necesito su nueva dirección.

Trunks lo volvió a ignorar pero el beta seguía hablando.

—No se que te haya dicho ese estúpido niño, la verdad es que no es inocente de nada. Pero bueno me sorprende que aún no se haya matado.

Trunks paro en seco, y volteó a verlo con una rabia infinita que muy difícil podría controlar. ¿A qué se refería con que no se había matado aún?

—jaja, por lo visto no lo sabes ¿Verdad? Goten es alguien débil, ¿Que no has visto sus brazos? Bueno, yo siempre creí que lo hacía para llamar la atención, ese estúpido niño, que horror con el, pero supongo que tú no eras cercano, ese mocoso necesita más de mi que yo de el. Pero bueno el solamente era bueno en...

Trunks no lo soporto más, su lobo interno aullaba de enojo, le tiró un golpe en la cara al beta que empezó a sangrar, esquivo los golpes que el otro trato de darle con demasiada facilidad y lo derrumbó.

—¡¡¡Me las pagarás por esto niño!!!, ¿Crees que serás importante para ese imbécil? No te engañes. El solo me querrá a mi.

Reteniendo su ira corrió hasta su coche y prendió su carro, tenía que ver a Goten, tenía que abrazarlo.

Llegó a su casa y se bajó rápidamente tocó la puerta pero Nadie abría, se sentía desesperado, se sentó en la entrada y espero a que alguien llegara, lo cual no pasó pronto, ya era de noche, cuando un carro llegó y bajaron varias personas, no le puso atención a lo demás, porque cuando olió el débil olor de las feromonas de Goten sabía que estaba ahí, las demás personas apenas se habían percatado de su presencia cuando Trunks se apresuró y abrazo a Goten, como jamás había abrazado a alguien, por fin su lobo se sentía seguro, sus feromonas eran suaves como si quisiera calmar a Goten, Goten también se perdió en el abrazo nadie dijo nada. En ese instante solo estaban Goten y Trunks

Mi corazón encantado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora