Catalina

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No todas las chicas tienen una historia perfecta, en la que se enamoran, se casan, y tienen mellizos y casa grande. Algunas no saben que harán con su vida, que desean de verdad.

Y Catalina es una de ellas. Hija de madre Francesa, y padre español, Catalina vive temporalmente en Madrid, en un pequeño piso en el centro.

Ella no destacaría sobre la media, con su cabello castaño y largo, sus piernas largas y sus ojos verdes.

Pero eso es algo a lo que ella ya está acostumbrada. Pasar desapercibida en un mundo lleno de gente perfecta tiene sus cosas buenas.

Ella siempre se ha sentido como un juguete fuera de serie, que nadie ha de reparar. Pero en lugar de llorar en una esquina, se traga su dolor para que el mundo nunca sepa que le hizo daño.

Catalina no es deportista, no es música, ni es empollona. Catalina ni siquiera es guapa.

Catalina es ella, ella misma, ante todos y ante todos.

Siempre ha sido así.

Cualquiera que la conozca a fondo sabe sobre su gran pasión hacia los Beatles, la arruga en su frente al sonreír o el porqué de sus pulseras en el tobillo.

Porque todo en esta vida tiene una explicación, y la locura de esta chica también.

Ella ya sabía que sería rara, pero decidió serlo con estilo.

Es la loca que todos quieren tener como amiga, la chica profunda con la que todos desean hablar.

Sus ojos verdes, parecen hacer algo más que eclipsar, ya que Catalina devora libros en segundos.

Su labio interior se ve continuamente torturado, y sus rodillas nunca se juntan al estirar las piernas.

Ante todo eso, ella tiene el corazón de una adolescente normal, donde no hay un chico pero sí un motivo.

Catalina no quiere un novio, ella quiere un compañero. Quiere un amigo al que poder besar, y al que querer abrazar continuamente. Quiere a alguien con quien opinar sobre libros, sobre música, o sobre los tonos de los atardeceres.

Ella realmente no pide tanto.

Con sus uñas siempre pintadas de colores, ella reza todas las noches. No cree en las casualidades, pero sí en el destino.

Nadie debería cargar con su historia a cuestas.

¿Le ayudas a llevarla?

Si yo fuera perfecta, tu no destacarías. Nunca te habías parado a pensarlo?”

Adelante CatalinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora