One Shots- Bughead

SECRET LOVE

NARRADO POR BETTY

Éramos dos enamorados de lo prohibido, yo era una adolescente de 17 años, y él era ya un adulto de 27 años, nos conocimos días antes del regreso a clases, yo empezaría mi segundo año de preparatoria, y el empezaría a dar clases ahí mismo. Para ese entonces yo no lo sabía, a mí se me hizo fácil mentir sobre mi edad, pensaba que jamás lo volvería a ver, así que se me hizo fácil. De repente nos encontrábamos besándonos tan apasionadamente en los baños de ese restaurant. Nos despedimos sabiendo que jamás nos volveríamos a ver.

Regresamos al primer día de nuestro segundo año, yo me encontraba con mis amigas esperando a nuestro nuevo profesor, en el momento en el que se presentó quedé en shock, era el, él estaba hí parado a punto de iniciar una clase.

De esos momentos ya va un año que sucedieron, nuestra rutina era siempre la misma, y es que nos amábamos tanto que ninguno de los dos quiso abandonar los nuestro por el bien del otro, hasta que lo inevitable llego, y es que, aunque quisiéramos ya no podíamos más, la bomba estallo para bien o para mal

—porque lloras Betty? ¿sucedió algo? — pregunto jughead confundido por mi estado pues me encontraba llorando

— desearía que me abrazaras en la calle, o me besaras en la pista de baile. Desearía en serio que fuera así, sin tener que escondernos — dije tratando de secar mis lágrimas, y evitando en pensar en el dolor que todas esas palabras causaban

—Betty — soltó con un suspiro, que parecía que tenía guardado por mucho tiempo, pero no lo deje continuar, ya que lo interrumpí

—nos mantenemos a puertas cerradas, y cada vez que te veo, yo muero un poco más, porque soy tuya y quiero gritarlo, pero no puedo.

Continúe con todo el dolor de mi corazón, tratando de explicar por qué estoy así 

—hemos robado tantos momentos al caer las cortinas, que nunca será suficiente — lo que más deseaba en estos momentos era poder salir, tomarnos fotos, algo tan trivial y tonto, pero no podíamos por eso ocurrió esta conversación llena de dolor

—Betty, te entiendo, yo también lo quiero. Y es más que evidente que tu estas hecha para mí, y que yo estoy hecho para ti. Cada pedazo de ti, solo encaja perfectamente — dijo tratando de calmarme, y pude notar como lagrimas ya escurrían sus hermosos ojos azules.

—con cada segundo, cada pensamiento, estoy tan enamorada, pero nunca podre mostrarlo en mi cara. — Dije sonriendo de dolor, pues es verdad desearía poder mostrarles a todos lo enamorada que estoy

—pero nosotros sabíamos esto, tenemos un amor sin hogar — dijo Jughead, llorando, como muy pocas veces, casi nunca, lo había visto.

—Tu y Yo nos tenemos que ocultar del exterior, donde no puedo ser tuya, y no puedes ser mío — dije tomándole la mano

—no quiero vivir el amor, nuestro amor, de esta manera — continué llorando mares con el dolor de mi corazón, sabía que esta conversación llena de sufrimiento acabaría pronto y con ella nosotros

—No quiero que nos alejemos — me dijo con la voz entrecortada y los ojos tan empapados de lágrimas como los míos

—me pregunto si algún día cambiara — dije tratando de sonreír, que lo único que salió fue una mueca de dolor

—vivo por ese día, algún día — dijo sosteniendo mis manos, no queriéndolas soltar, pues se acercaba el final de todo

—me mata no poder decir que estoy enamorada, y gritarlo a los cuatro vientos. Desearía que fuera así. ¿Por qué no podemos ser así? Si soy tuya. — el dolor que sentía era más fuerte, las lágrimas no paraban de salir pues era hora de dejarlo ir. 

—ojalá pudiéramos ser así — soltó el llorando, los dos lo estábamos.

Me abrazo y pude sentir su aroma, nos separamos para mirarnos unos segundos, pude apreciaba sus hermosos ojos azules por última vez, pero sin dejar de abrazarnos, nos miramos a los ojos, esto era tan difícil, ninguno de los dos quería decir Adiós, pero llego la hora de hacerlo, nos dimos un beso de despedida, talvez el ultimo, tal vez no, y talvez en un futuro podamos estar juntos, pero en este momento era un Adiós.

— Que te valla bien, amor mío — me dijo con los ojos llenos de lagrimas

—Se feliz, y descansa mientras puedas de mi Cooper, porque el día en que nos volvamos a ver, no te dejare ir — me dijo dándome una sonrisa en medio de todas sus lagrimas

—Es evidente que estamos hechos el uno para el otro, solo que en el momento equivocado — voltee a verlo desde la puerta de la salida

—Te amo, Betty Cooper, esperare el día y el momento adecuado — su voz se hizo suave

—Jughead Jones, te amo. y cuando ese día llegué, podre gritarlo a los cuatro vientos — nos dedicamos una última mirada, y salí de su departamento,

Cuando salí y cerré la puerta tras mío, escuché como cayó al suelo y comenzó a llorar, los dos estábamos rotos, pero con una promesa no hecha de volvernos a ver, cuando el momento sea el adecuado.

Mientras manejaba de vuelta a mi casa, no pude evitar que estas silenciosas lagrimas cayeran, tuve que estacionarme porque las lágrimas ya no permitían ver, el dolor seguía presente, más que antes. En la radio sonaba aquella canción que yo había hecho nuestra y de repente mi mente viajo al primer día que nos conocimos en aquel restaurante, mientras de fondo sonaba <Still loving you>. Recode que solo era una niña en busca de atención, y que cuando el único hombre que me hizo caso, era eso, un hombre, mientras yo era una adolescente, y no me importo mentir para tenerlo. Y quien diría que, de esa mentira, resulto un amor verdadero, aunque doloroso pues teníamos que aculatarnos del exterior, donde no podíamos ser nosotros, y eso era lo que más dolor me causaba, porque enserio lo amaba, pero ya no podíamos seguir así, tarde o temprano, todo se voltaria en nuestra contra, solo me quedo con la esperanza de volver a vernos y ser felices en un futuro, y no tener que escondernos.

Donde pueda mostrarles a todos lo enamorada que estoy, Donde pueda abrazarlo en la calle y besarlo en la pista de baile, porque seré suya, y donde no tendremos un amor secreto