Quiero ser fuerte... tan fuerte como para defenderme de cualquiera que me haga daño. Tan fuerte como para defender a mi familia. ¡Yo, Shido Takamiya, defenderé a los que amo sin importar el costo!
Ahh... Qué fría está la noche. Siento un enorme vacío dentro de mí. Quizás es por que tengo hambre, je, je... O quizás es porque mis entrañas están esparcidas por el piso.
Tirado en medio de un bosque, el chico de cabello azul, se encontraba exhalando sus últimos suspiros antes de que la muerte llegara. La sentía. El frío abrazo de la muerte se acercaba y lo único que podía hacer para distraerse de tal horrible destino, era mirar a la luna.
Por primera vez en toda su vida, la luna lo relajaba en este momento. Su luz hacía que el peliazul se sintiera un poco más calmado y dibujara aunque sean leve sonrisa en su rostro.
Vaya... Qué linda.
El peliazul extendió con dificultad su mano izquierda, como un niño, intentaba tocarla. La sangre de su mano caía en forma de gotas a su rostro cansado. Dejando de sentir la mano que levantaba... Dejando sentir sus piernas... Dejando de escuchar su respiración agitada... Dejando de ver aquella luz que iluminaba la noche...
El peliazul exhaló su último aliento, antes de que su corazón se detuviera por completo...
Y mientras que sentía como su vida había finalizado, los recuerdos sobre ese día se hicieron presentes. Las chicas que él tanto amó teniendo sexo con otro hombre que ni siquiera conocía. Y el momento en que ellas se animaron a acabar con él, el dolor que sintió en ese momento, ¡el odio que sentía por ellas!
...
Ahora no era más que un vacío que sentía en su pecho.
Entonces, ¿así es cómo acaba todo? Ja... Qué lástima. Aún quería hacer muchas cosas. Pero, en fin, creo que lo haré en otro momento.
Ahora...
Quiero dormir un poco...
Cuando despierte...
Y mientras el viento movía las hojas de los árboles y el pasto, también empezaba a enfría lo que ahora era el cadáver del peliazul.
(Reproducir)
De repente, los pasos de alguien se empezaron a escuchar, acercándose al cadáver del peliazul. Una chica de aparentemente 18 años, de cabello largo y suelo de color blanco nieve. Lleva una túnica blanca que cubría desde sus senos hasta las rodillas, descalza y sin frío. De ojos morados como la amatista y con una hermosa sonrisa que enamoraría a cualquier hombre.
???: así que... ha llegado el momento.
La voz de la joven hizo que el viento se detuviera y que el sonido de los insectos cesara. Con una sonrisa de tristeza se acercó al cadáver, arrodillándose y colocando su cabeza en su regazo.
???: qué recuerdos. Solíamos pasar mucho tiempo en esta posición, mi amor. Pero... Bueno, ya sabes lo que tuvo que pasar.*sobando el cabello del peliazul* Tu creación está lista.*acercándose a los labios del peliazul* Todavía no es momento de descansar. Tienes un propósito que cumplir aún.
La chica de cabello blanco, besó por unos momentos los labios del chico, mientras que un aura blanca cubría todo su cuerpo, curando toda herida. Al separarse, la albina miró por unos minutos el rostro del peliazul con una sonrisa maternal, mientras alzaba un poco su mano izquierda.
Una luz blanca se hizo presente en su mano, y al desvanecerse, había una especie de cristal azul.
???: vive, mi amor. Sigue con el destino que debes cumplir.*acercando el cristal a su pecho* Y al final, podremos estar otra vez juntos.
Al chocar con el pecho del peliazul, el cristal siguió avanzando, como si estuviera traspasando un líquido.
La albina se levantó y sacudió un poco su ropa, dio media vuelta y como polvo que se lleva al viento, el cuerpo de la chica desapareció, no sin antes poder decir unas últimas palabras...
???: nos vemos en el Valhalla, Shido Takamiya. No. Mejor dicho... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... hermanito.
(Próximo capítulo: El Cruce)
Lore-Craft: hey, ¿qué tal cómo andan? ¿Todo bien?
Bueno gente, seré rápido y breve. ¡Bienvenidos al remake de Alone! ¡Prepárense para la nueva aventura de Shido!
Recuerden votar y opinar sobre el capítulo. Cualquier pregunta que tengan, comenten para hacérmelo saber; estaré encantado de resolver sus dudas.
En fin, chicos. No tengo nada más que decir, la verdad. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
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