The Bartender ༝°⋅ﾟ⸙∴ OneShot¬국민 𝙊𝙎

Único

Me encontraba sentado en la barra con mi trago de whisky en mi mano. Había venido al pub para distraerme un poco del trabajo, todo el estrés que tengo me esta matando y en cualquier comento podría estallar.

Le estaba dando los últimos sorbos a mi bebida cuando se empezó a escuchar una de mis canciones favoritas, estaba sonando My Oh My de Camilla Cabello una de mis cantantes favoritas.

Me pare de mi aciento dejando mi trago en la barra, voltee a ver al barman y sus ojos ya estaban puestos en mi, me guiño el ojo y una pequeña sonrisa ladina se asomo en sus labios, agache mi mirada y empuje mi lengua en mi mejilla, me acerque hacia la pista para bailar la canción.

Empecé a sentir el ritmo. El alcohol en mi sistema y el olor a droga me tenían mareado, empecé a moverme al ritmo de la canción y una mujer bronceada, con un vestido corto plateado llegándole hasta el inicio de sus glúteos, se acercaba hacia mi, moviendo sus prominentes caderas y dándome una sonrisa lasciva, me agarro por los hombros cuando ya estábamos frente a frente, y posé mis manos en su pequeña cintura, se giro en su lugar pegando su espalda a mi pecho fornido. Empezó a frotar sus nalgas en mi entrepierna. Me empezaba a excitar, sí, pero no por que se este frontando contra mí tan descaradamente si no, por como el mismo chico de la barra se me quedaba viendo y se mordía el labio, me prendía su mirada, nos veía con hambre. El chico rubio movió su mano y hizo un movimiento de cabeza invitándome a que lo siguiera. Ví que se dirigía hacia los baños y no dude ni dos veces en seguirlo.

Me solté de la chica y le dije que iría al baño, me dijo que me podía acompañarme pero le insistí en que se quedara. Me gire en mi lugar y me encamine hacia los baños, había mucha gente besándose y casi follando en pleno pasillo, por fin llegue al lugar y entré, no había nadie, todo estaba solo, di un suspiro y me dirigí al lava manos, me lave las manos y me mojé la cara, alce mi mirada al espejo y ahí estaba el mismo chico de la barra, recargado en la pared de tras de mí, cruzado de brazos y con una sonrisa socarrona en sus voluptuosos labios, me gire sobre mis talones y lo encaré. No era alto, pero tampoco muy bajo, tenía un cuerpo delgado pero trabajado, se podía apreciar bien por el uniforme que trae.

Se acerco a mí moviendo sus caderas y sus hombros tan elegantemente que parecía un ángel, pero por su forma en como me miraba sabia que solo era una fachada, ese chiquillo a de ser el mismísimo diablo disfrazado de arcángel.

-Hola, te ví en la barra y no pude evitar no sentirme atraído por ti, tienes un porte tan... mmmh. -Término mordiéndose el labio.

Yo solo puede poner mis manos es su cadera y el me rodeo con sus delgados brazos. Me empezó a besar tan rico, le chupe su labio y el abrió la boca, adentre mi lengua hasta adentro de su garganta el soltó un gemido y nuestras pelvis empezaron a frotarse.
Mis manos bajaron a sus nalgas y las empecé a apretar y a amoldarlas a mi gusto, daba pequeños jadeos que eran ahogados por el beso.

Lo tome por las piernas, él las enrolló en mi cintura, lo lleve hasta el lavabo para dejarlo ahí, y empezó a desabrochar mi cinturón y el botón de mi pantalón, bajó la cremallera y metió su mano en mi bóxer, se separo del beso y me miro sorprendido, no sé la razón de su sorpresa pero me agrado la forma en que después de eso apresó mi pene en su mano. Iba a decirle que entremos a un cubículo pero alguien entro al baño, yo solo lo abrace para que no vieran nuestros rostros, él se escondió en mi cuello y me susurro...

-¿Quieres salir de aquí? -Me hablo en mi oído, con un tono grave y tan sensual.

Trague duro y asentí a su petición. Salimos del baño y nos dirigimos al estacionamiento del pub, el chico rubio se dirigió a un Camaro blanco con dos lineas naranjas en medio, es precioso ese carro. El sonido de la alarma siendo desactivada se hizo sonar, el rubio el cuál aun no se su nombre me volteó a ver y me lanzó las llaves.