Código Lyoko y el futuro perdido

Capítulo 2: Novedades

Odd y Aelita estaban sentados en el borde de una roca gigante en el sector montañas, ante ellos se extendían kilómetros y kilómetros del mar digital. Habían pasado tres años desde la captura de William por parte de XANA, y habían estado buscándolo incansablemente por todo Lyoko, pero sin ningún resultado. El clon de William funciona de forma correcta, los demás estaban sorprendidos con el trabajo de Jeremie en ese asunto, pero realmente ya lo tenía hecho desde la primera vez que XANA capturó a William, solamente que el resto no se acordaban de lo ocurrido en esos dos meses que Jeremie y William resetearon.

–Que calmado está todo. –dijo Odd poniendo las manos detrás de su cabeza y tumbándose en el suelo– Me recuerda a antes de que te encontráramos. –ambos se quedaron en silencio. Aelita miró hacia otro lado, visiblemente incómoda incómoda– ¡Lo siento, no quería decirlo en ese sentido! No nos has traído problemas, y no cambiaría el haberte conocido. Pero todo ha cambiado tanto desde entonces que parece otro mundo.

–Dímelo a mi, que ha cambiado completamente mi mundo. –cerró los ojos– Me da miedo la manera en la que me había acostumbrado a llevar una vida tan monótona, yo seguía viva todo este tiempo en Lyoko, pero de alguna manera, estaba apagada.

Se callaron y miraron a las abejas que volaban por el cielo de Lyoko. Con el tiempo habían mejorado sus recursos y contrataques hacia XANA, y Jeremie había programado una especie de bichos, similares a las avispas a los que ellos se enfrentaban. Estas abejas se encargaban de eliminar a los monstruos de bajo nivel, y les facilitaban el trabajo a los guerreros de Lyoko. Odd acarició el lagarto que tenía en el brazo, fue un regalo de Aelita por su cumpleaños el año pasado.

–Me acuerdo de la cara que pusiste al mirarte el pelo cuando te sacamos de Lyoko por primera vez. –Odd rio– Me suplicaste que te tiñera el pelo de rosa.

–No me gustaba nada naranja, ¿no parecía yo, sabes? –se tocó un mechón del cabello– Así está mucho mejor. –se puso el pelo hacia un lado– ¿Crees que me queda mejor largo? Jeremie dice que le gustaba más corto.

–Si quieres te lo rapo, se me da especialmente bien. –Odd se pasó la mano por la cabeza.

–Mola cambiar de aspecto de vez en cuando, pero no, gracias. –se tumbó y rodó hacia Odd dándole toques en la mejilla para que le mirara– ¿Nos hacemos pendientes?

–¿Qué dices? –respondió, pensando que le estaba vacilando.

–Llevamos ya casi veinte minutos en Lyoko y la torre que se había activado y desactivado sola no ha mostrado más anomalías. –la voz de Jeremie e cuchó en la cabeza de los chicos– Desvirtualizaos ya.

–Einstein nos habla, reactiva el micrófono, princesa. –Aelita tocó su anillo– Jeremie, ya vamos.

Aelita miró a Odd mientras cargaba una bomba de energía en sus manos, y Odd le apuntaba a la frente con el puño.

–Tres, dos... –Odd cerró la mano con más fuerza– Uno.

Ambos lanzaron el ataque y sintieron un profundo dolor en su cabeza al recibir el impacto, perdiendo todos sus puntos de vida al instante. Yumi y Ulrich ya estaban esperándolos en la sala de escáneres.

–¿Vamos a por unas hamburguesas al Quick?

–Tú siempre estás pensando en comida, Odd. –respondió Ulrich suspirando– Aunque en realidad yo también tengo hambre, se me hace raro venir a la fábrica y no ir después a la cafetería del colegio.

–Y eso que llevamos todo el verano así, –dijo Yumi mientras llamaba al ascensor– menudas vacaciones que nos ha dejado XANA.

Los chicos fueron hacia la sala del monitor del superordenador, donde Jeremy estaba mirando unas cosas. Odd se acercó y le revolvió el pelo.