A little mistake 『kookmin // Taegi』☪adapt.

Capítulo 3

Me quedé petrificado en mi lugar. Mierda, mierda, había cometido un gran error. ¿¡Cómo puede entregarles mal las cartas!?

Maldito Seokjin. ¡Me hubiera dicho antes para quién era cada color! Alto, ahora que lo pienso, sí me lo dijo antes.

Carajos. ¡Esto es culpa de Yugyeom, sí! Si él no hubiera aparecido y no me hubiera hecho sentir nervioso, no me hubiera distraído.

También es culpa de Namjoon, porque si él no me hubiera fastidiado y no hubiera hecho que yo le diga que a Seokjin le gustaba, no me hubiera puesto a pensar en cómo me iba a maldecir el idiota por haber revelado su secreto.

Maldición. ¿A quién quiero engañar? Fue todo culpa mía, y de mi estupidez claramente.

Esto me recuerda aquél día en el que confundí a Jackson Wang de 3°A con Lim Jaebeom de 3°B. Prácticamente le conté la historia de mi vida a Jackson pensando que era Jaebeom, y luego terminé siendo la burla de todos por eso.

No si Jung Hoseok  fracasando en la vida desde 1994.

Pero volviendo a lo de este instante. ¿Y ahora qué haría? ¿Cómo se los diría a esos tres? Carajos. ¿Podré sobrevivir después de la paliza que me darán? Voy a morir. Me despediré de la vida.

Me moví nervioso. No sabía qué hacer. La verdad es que no quería salir y cruzarme con Seokjin, porque terminaría confesándole lo que hice y recibiría una gran golpiza de su parte, mientras me insulta una y otra vez. Puede ser que él sea amable, pero cuando se enoja...esa cosa se vuelve tenebrosa.

No, definitivamente no voy a ir con Seokjin.

—¿Por dónde puedo escapar? —me pregunté, mirando a mi alrededor en busca de un lugar para escapar. Pero antes de que siquiera pudiera pensar, escuché una voz conocida, no muy lejos de mí.

—¡Hoseok!

Mierda, ya valí verga.

—Seokjin-ssi...

—¿Dónde estabas? —caminó hasta posarse frente a mí, mirándome algo preocupado—. Tardaste demasiado.

—Yo...estaba...por ahí.

—¿Les entregaste las cartas?

—Sí, lo hice...

—¡Genial! —dio unos saltitos emocionado—. Por fin nuestros dongsaengs se van a poder confesar, estoy muy feliz.

—Sí, se van a confesar...

Al notar mi tono de voz, Seokjin me miró extrañado. Sé que supo inmediatamente que algo me pasaba, me conocía muy bien, no podía ocultarle nada. Y sabiendo lo que se venía, sentí un escalofrío recorrer mi columna.

—¿Y a ti qué bicho te picó? —me preguntó.

—Ni-ninguno —maldita sea, justo ahora se me ocurre tartamudear.

—Tú ocultas algo, lo sé —me miró con los ojos entrecerrados—. Dime, Hoseok. ¿Qué sucede?

—No sucede nada —mentí.

—¡Mientes! —dijo molesto, elevando la voz—. ¡Estás mintiendo! ¿No es así? ¡Sé nota cuando mientes!

—Yo...quizás...

—Imbécil. Dime, anda. ¿Qué hiciste?

—La cagué...

—¿Qué?

—La cagué tres veces seguidas...en menos de quince minutos.

—¿Cómo alguien puede cagarla tres veces seguidas en menos de quince minutos? Solo te pasa a ti —negó con su cabeza—. ¿Qué sucedió?