❛ you are the only one i'd do this for ❜
vega necesitaba sanar las heridas que tanto se esforzaba por ocultar y fred weasley podía ayudarle a encontrar una cura.
( fred weasley x oc )
( golden badgers universe )
( golden trio era ; ootp - dh )
(...
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iii. sin él
Vega agradecía no haber deshecho apenas su baúl desde que llegó. Tan solo tuvo que doblar la ropa que tenía desordenada por toda la habitación y volver a meterla, junto a los libros de texto nuevos, y estuvo lista. Aprovechando su recién alcanzada mayoría de edad, bajó el baúl levitando al vestíbulo y ahí se quedó esperando al resto tras un desayuno rápido que compartió con Nova en su dormitorio.
Su hermana llegó poco después. Traía con ella una snitch que había encontrado en el dormitorio de su padre. Se dedicó a juguetear con ella, mientras aguardaban al resto. La señora Weasley, nerviosa por tantos preparativos —tendrían que ir por separado a la estación—, no dejaba de dar vueltas de un lado a otro y regañar a sus hijos. Fred y George, que siempre tenían que causar algún desastre, trataron de bajar los baúles del mismo modo que Vega, pero golpearon accidentalmente a Ginny y la mandaron rodando por las escaleras. La señora Weasley les echó una bronca a gritos, que irremediablemente despertaron a Walburga Black, que no dudó en unirse a la sinfonía de alaridos.
Los demás fueron llegando al vestíbulo poco a poco. Harry y Brigid aparecieron después, seguiros de Jessica y Susan. Ron, Hermione y Prim fueron los últimos.
—Harry, tú vienes conmigo, con Vega y con Tonks —gritó la señora Weasley para hacerse oír sobre los chillidos de «¡SANGRE SUCIA! ¡CANALLAS! ¡SACOS DE INMUNDICIA!»—. Deja tu baúl y tu lechuza; Alastor se encargará del equipaje... ¡Oh, por favor, Sirius! ¡Dumbledore dijo que no!
Un perro negro que parecía un oso había aparecido junto a Harry mientras éste trepaba por los baúles amontonados en el vestíbulo para llegar a donde estaba la señora Weasley. James y Ariadne llegaban tras él.
—En serio... —dijo la señora Weasley con desesperación—. ¡Está bien, pero allá te las compongas!
—Ve con cuidado, amigo —aconsejó James, mirando con severidad a Sirius—. Intenta que no se te lleven los de la perrera.
Vega, apoyada en la pared, algo apartada, vio cómo sus tíos abrazaban a Harry y se despedían de él entre susurros. Vio la sonrisa de su primo, la complicidad que parecía haberse creado entre ellos. Puede que no hubiera estado ahí, pero le alegraba ver cómo Harry había recuperado algo de sus padres.
El matrimonio Potter también abrazó a Nova, Vega no se acercó, pero trató de sonreír a sus tíos. Ninguno de los dos trató de forzarla a decir adiós, cosa que agradeció infinitamente. No se sentía con ánimos.
—Ten cuidado y échale un ojo a Harry de vez en cuando —escuchó decir a James, mientras se despedía de Brigid—. No te pido que vigiles a Nova porque creo que sería demasiado, pero...
