Historias al azar

Someone You Loved

Tocó el piano, lo tocó con todas mis fuerzas y contengo el sollozo que quiere salir por mi garganta como si fuera un dragón escupiendo fuego. Las lágrimas se amontonan en mis ojos, quiero cerrarlos por que estos me arden, pero no quiero llorar. Prometí jamás llorar. Pero... no puedo evitarlo, las lágrimas caen y manchan mis sonrojadas mejillas por el esfuerzo de controlar mi respiración entrecortada.

Si sólo jamás hubiera recibido esa llamada, si tan sólo el jamás se hubiera enfermado, si tan sólo... esto jamás hubiera pasado, todo sería pacífico y hermoso. ¿Por que tu? Que me amabas tanto como para dar tu vida por mi tuviste que dejar este mundo. Te odio por haberte ido sin mi, te odio por dejarme sola. Pero ya también te amo por estar conmigo en los mejores momentos de mi vida.

Padre... no ha pasado ni una hora y ya te extrañó, te extrañó tanto que no puedo para de llorar ni dejar de tocar el piano que tanto amabas escuchar. Me hubiera juntado al menos estar en tus últimos momentos tocándote en piano. Pero el cáncer no avisa, el cáncer no espera por ti, ni por nadie.

Cuando recibí la llamada que me avisó de tu muerte, sentí un gran vacío en pecho, no lloré en el momento por que el shock no me dejó, solo dejé caer el teléfono y comencé a tocar el piano con hermosos recuerdos de ti, padre.

Ahh, como quisiera estar a tu lado en este momento mientras me aplauden por mi talento.

Rompiste tu promesa, prometiste jamás abandomarme y jamás dejar que conozca el dolor de la soledad.

Padre, dueño de mi corazón, como te extrañó.

- Adiós - con estas palabras dejo de tocar el piano y reposo mi cabeza en las delicadas teclas de este mientras me sumergo en el llanto profundo de la pérdida de un ser querido.