mi amor [sope OS]

único

—Bebé, ¿estás despierto?

El susurro fue bajo y leve, sin embargo Hoseok era capaz de despertar con el sonido más mínimo y esta no fue la excepción. Abrió los ojos con pereza y pestañeó varias veces antes de dedicarle una adormilada sonrisa a su novio.

— Ahora si—le susurró de vuelta con una suave risa.—¿Qué hora es?

La habitación estaba completamente oscura. Sólo entraba un poco de luz que se escurría por los bordes de las cortinas. Era la luz de la luna, pero por alguna razón hacía que todo se viera azul. En este caso era un pedazo de la mejilla de YoonGi.

Hoseok sonrió y lo tocó ahí donde la luz rebotaba con su pálida piel.

— Tarde—habló YoonGi, y se notaba en su voz que no había pegado ojo aún.

— ¿Qué sucede?—bostezó el más alto. Haciendo su mayor esfuerzo por mantener los ojos abiertos. 

— Sucede que...—hizo una pausa mientras se lamía los labios— te extraño.

Unas cosquillas se extendieron desde su estómago hasta su rostro, haciéndolo sonreír.

— Idiota—le dijo, como cada vez que lo hacía sentir así.

— Es la verdad—YoonGi se encogió de hombros y comenzó a acercarse a su novio. Sabiendo el efecto que había provocado en él. En ese momento Hoseok se encontraba mirando el techo, así que se acercó hasta quedar completamente pegado a su costado. Su nariz en su cuello y sus manos en su abdomen.

Hoseok se estremeció al sentir la respiración en su cuello y los dedos en su piel.

— Tonto—dijo mientras se removía en su agarre.

— Te extrañaba tanto mi amor—depositó un beso en su cuello, haciéndolo cerrar los ojos y soltar un suspiro contenido— Tanto, tanto, tanto.

— Detente...—le advirtió, mientras sin poder evitarlo su cuello se estiraba pidiendo más.

— Mierda Hoseok, te encanta que sea cursi, ¿no es así?

— No.—negó de inmediato. Porque siempre había odiado las cursilerías. Y la verdad es que una parte de él aún lo hacía.

— ¿No?–alzó las cejas, acariciando su abdomen  haciéndolo cerrar los ojos con más fuerza.

— No—repitió con advertencia.

— Estaba casi seguro de que sí mi vida.

Se sonrojó con intensidad ante el apodo e intentó soltarse de la agarre.

— No....

— ¿Acaso la última vez no te corriste porque te dije te amo?

Lo apartó de un empujón sonrojándose aún más. YoonGi rió ante su reacción, volviendo a acercarse, esta vez tomándolo de la cintura para voltearlo hacia él.

Hoseok evitaba a toda costa su mirada.

— No fue por eso—se defendió en vano.

— ¿Ah no?, ¿y entonces?

— ¡Porque tus dedos estaban tocando mi próstata!

YoonGi rió. Una risa malditamente sexy.

— La tocaban mientras te decía te amo.

— Ugh. Ni siquiera lo noté.

— Mentira—poco a poco comenzó a quitarle la ropa interior. Hoseok se maldijo a si mismo por no tener nada más puesto. Luego, comenzó a acariciarle el trasero con la punta de los dedos haciéndolo estremecer— porque cada vez que te lo decía...— movió su mano a través de todo el cuerpo de su novio hasta llegar a su boca— gemías más fuerte. Chupa.