Perdida en su mirada: La Caravana

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Narra Macarena

Noche Vieja y sus sinnúmero de emociones, recuerdos y muchas cosas mas. Lo típico en una noche como esta era nuestra reunión familiar; mis padres, mi hermano, o tal vez pasarla junto al amor de tu vida si así lo tuvieras, pero en mi caso no existía. Aquella era como esas noches en donde compartes regalos, anécdotas, risas, llantos y muchas cosas mas; lo bello de despedir el año para darle inicio al nuevo que estaría por comenzar. Compartir a las doce el trago de un poco de Champagne, ingerir las doce uvas y desear que sea el comienzo de uno cargado de todo lo que anhelas, eso era lo tradicional.

Que mas pudieras esperar en una noche como esta, aunque la mía se salia de lo normal. Sentada afuera de la Caravana entre pensamientos y el porque de mi decisión de seguir al lado de Zulema en esta "Sociedad Limitada", que al final sentía no me conducía a nada bueno. Aun así, había algo en mi que me impedía alejarme de ella; ya fuera para bien o para mal, me resultaba sumamente difícil poder entenderlo, justo hasta ese momento donde cuatro ofensores intentaron aprovecharse de nosotras.

Mientras luchaba contra aquel hombre postrado encima de mi; casi sin poder escapar, a una distancia no lejana, al escucharla forcejear sentí algo que me produjo temor; pero no era por mi, sino por ella. Mi mente y corazón no concebían el hecho de que alguien pudiera tocarla, la rabia se apoderó de mi; ese sentimiento me dio fuerzas para poder acabar con el que me atacaba y actuar en defensa de Zulema.

Uno, dos, tres disparos; y otros cuantos mas fueron suficientes, ahora esos hombres eran problema del infierno donde irían a parar al entrar en ese sueño profundo producido por aquellas balas; ella estaba a salvo y eso era lo que importaba. Justo en ese momento pude comprender que realmente había algo mas allá de esa unión que era solo de puro interés; ¿sera posible? ¿Porque te importa tanto Zulema?

Luego de recorrer esa montaña rusa de emociones, esa pregunta que ahora vagaba en mi interior. Deje caer el agua sobre mi cuerpo, ella podía desplazarse a través de mi piel y elevarme a ese punto del estado mental donde se pierden los pensamientos y te relajas; ella estaba ahí, permanecía ahí. Me basto notar el agua sobre mis hombros para sentir cómo mis músculos se iban relajando poco a poco. Cerré los ojos bajo el chorro, y un escalofrío me recorrió por completo, me sentí completamente relajada, las cosas las podía ver mas claras. Era imposible, todos estos años de hacernos daño, unirnos como socias y vivir juntas en un espacio reducido, nuestra Caravana; no podía ser, pero estaba sucediendo y yo iba abriendo los ojos ante una realidad, era extraño pero dentro de mi estaba latente.

La noche estaba un poco templada; el frió podía sentirse, pero aun así, deseaba estar lo mas relajada posible. Tome una camisa de cuadros de manga larga, no quise llevar sujetador; no iba a salir, así que no era necesario llevar mas. Vestí un pantalón corto; seria suficiente para sentirme cómoda y en la libertad de poder estar en ese espacio compartido y dejar mi mente correr. Al salir pude verla concentrada, era impresionante; ¿como podía ser tan bella y ni siquiera dejaba que nadie se le acercara? Su piel lucia pálida; blanca y suave. Su rostro se veía relajado; aun habiendo sucedido aquel suceso, percibí en ella tranquilidad. Estaba entretenida sacando piedras atascadas de sus botas y yo sentía el deseo de verla aunque fuera una vez sonreír y disfrutar en libertad.

Entre tantas preguntas en mi mente, tenerla a ella tan cerca y esa necesidad de querer sentirme liberada de todo. Decidí tomar de aquello que guardaba para ocasiones donde no deseaba saber de nada mas que el querer sentirme libre; porque aun sabiéndome libre, me sentía que estaba presa de mi misma, de mis pensamientos, de esos sentimientos de incertidumbre, del deseo de adrenalina y a la vez de seguir unida a Zulema. Sin saber el porque ahí permanecía; lo único que si tenia claro era eso, deseaba seguir junto a ella. Ese era mi deseo pero; ¿hasta cuando?

Perdida en tu mirada: One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora