𝑾𝒊𝒕𝒉 𝑨 𝑮𝒉𝒐𝒔𝒕 ✞ 𝐿𝑢𝑧𝑢𝑝𝑙𝑎𝑦

V

"Forever with a ghost"

《†》

"El tiempo no es tu amigo"

Conocía el significado de dicho refran, mas nunca le prestó atención hasta este momento, en el que el tiempo era lo que más necesitaba, y lo último que tenía.

Cada día, Luzu perdía más y más contacto con el mundo de los vivos, como si su estadía provisional en este hubiera terminado.

El tiempo seguía corriendo sin compasión alguna, mientras que ellos estaban desesperados por encontrar la solución para que Luzu se quedara.

Sin embargo, nada funcionaba y sus opciones se acababan.

《✞》

La noche volvía a sentirse fría, tal como antes. Todo lo que había logrado lentamente se desmoronaba, olvidando lo que alguna vez fue, convirtiendose en nada.

Sus problemas para dormir empeoraron, pero para no preocupar al fantasma fingía que lo hacía cuando estaba a su lado; tal como en este momento.

Auron pretendía descansar con Luzu a su lado, quien lo observaba delicadamente.

La relación física de este con el mundo en el que estaba atrapado había terminado completamente desde hace tiempo, realmente era un fantasma.

Un largo y pesado suspiro se destacó en aquella silenciosa habitación, captando la atención del que se supone que no estaba despierto.

- En el fondo, siempre supe que terminaría así, eventualmente. - ¿a quién iban dirigidas sus palabras? Tal vez al viento, para que se las lleve, tal vez a nadie, tal vez a él, mas no se atrevía a decírselo a la cara.

- Pero creí que sería de otra forma; tú muriendo por causas naturalez, pasando a una mejor vida, y yo aquí, estancado una vez más. Solo...

- Nada sucede como se planea, ¿verdad? - soltó una risa amarga. A pesar de que no lo veía, la forma en la que su voz temblaba delataba que estaba llorando.

- Por mucho que quiera decir que estoy satisfecho por el tiempo que pasamos juntos, es mentira. Soy egoísta y no quiero separarme de ti.

Rendido y arrepentido de sí mismo, Luzu abandonó el lugar, dejando a su amado reflexionando.

《✞》

El fantasma deambulaba por los rincones de su habitación, el único cuarto por el que podía pasar, pues los espacios que podía rondar se redujeron a ese, solamente.

Ya había perdido el sentido del tacto, mas otros de estos se debilitaban lentamente como el del olfato y el oído. Debido a esto, se exaltó cuando escuchó a Auron abrir la puerta de un portazo, no había notado que este ya había regresado.

- ¡Luzu, tengo buenas noticias! - expresaba genuina felicidad, lo cual extrañaba al mencionado, no se imaginaba ninguna razón para estarlo.

- ¿Ah, sí? - cuestionó claramente confundido.

- Sí, mira, - ya más relajado, comenzó a explicar - si no podemos hacer que tú te quedes aquí, tal vez yo deba ir contigo.

El mayor no comprendió a qué se refería al principio, sin embargo luego de unos instantes entendió a qué se refería.

Está loco.

¿Estaba loco o tonto?

Era una terrible idea, en todos los sentidos. Aún así, el castaño no se veía capaz de negar.

Podría funcionar, y si lo hacía, estarían juntos.

Aunque Luzu no quería nada más en el mundo, seguía preocupandose por el contrario.

- ¿Estás seguro? - preguntó evitando el contacto visual con su novio. Algo dentro de él le decía que eso estaba mal, pero se rehusaba a volver a lo que era antes de que Auron apareciera en su vida.

- Completamente. - nunca lo había escuchado tan convencido como en ese momento.

Pese a que lo correcto sería detenerlo, no lo haría. Prefería creer que era porque Auron no cambiaría de opinión, aún si ni es solo por eso.

《†》

La culpa carcomía a Luzu, mas ya era muy tarde para dar marcha atrás.

Auron se posicionó delante del castaño, con la daga que utilizaría en mano. Al verla, el fantasma no pudo evitar recordar sucesos de su propia muerte, dejandolo sin palabras.

Dicha acción fue interpretada como preocupación, a lo cual el pelinegro simplemente le sonrió con seguridad en sus desiciones.

Auron le dio una última mirada al arma blanca, observando los detalles de esta. Notando principalmente su filo. Este lo llamaba, incitando cada vez más su deseo de lastimarse.

Deshaciendose de aquellos pensamientos, su mente volvió a centrarse en que hacía esto por el amor de su vida, y nada más.

Tranquilamente, clavó la punta del cuchillo en su muñeca. Una mueca de dolor se mostró en sus rostros, uno lo sentía en el antebrazo mientras que el otro en su corazón.

Por instinto, Luzu sostuvo su muñeca. Estaba tan atento a la herida que no notó lo que estaba sucediendo.

Lo estaba tocando de nuevo.

- Luzu - A pesar de que su voz sonaba debilitada, fue lo suficientemente fuerte como para llamarlo, lo cual fue suficiente para hacerlo reaccionar.

- Funciona...

Auron continuó el corte verticalmente, profundizandolo mientras más avanzaba.

Terminó la herida poco después de llegar a la mitad del antebrazo, la sangre lentamente brotaba, ensuciando su brazo de aquel líquido carmesí.

El dolor era evidente, sentía como todo a su alrededor se nublaba.

Pero no era suficiente.

Realizó más cortes en la misma zona, estos eran pequeños pero se notaban más profundos, cada uno hecho con menos cuidado que el anterior.

Eran para acelerar el proceso. Sí, solo eso. Por supuesto.

Evidentemente alarmado por el comportamiento del otro, Luzu se dispuso a llamarle la atención. Sin embargo, Auron se le adelantó, dejandolo con las palabras en la boca pues con las pocas fuerzas que conservaba apuñaló la ya herida zona.

Pocos segundos pasaron para que se desmayara, el fantasma no tenía claro que hacer ahora. ¿Esperar? ¿De verdad había funcionado, o debieron haber buscado respuestas más claras? ¿Hizo que Auron se quitara la vida por su culpa?

El llanto se hizo presente junto con dolor en su corazón, mas el toque en su hombro lo sacó de aquel trance, instantaneamente fijó su mirada en aquella persona.

Ahí estaba él, ambos estaban asombrados de que realmente haya funcionado, pero eso no era lo más importante ahora.

Luzu se avalanzó sobre Auron, abrazandolo tal como solía hacerlo. Este inmediatamente le correspondió, ríendo con el contrario de alegría, pues volvían a estar juntos.

Y permanecerán así, por siempre.