Gracias ; EXTRA

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ESTE EXTRA CONTIENE MOMENTOS CALIENTES 🔥, PERO NO SON TAN EXPLICITOS EN COMPARACION CON EL CAPITULO ANTERIOR. SI AÚN ASÍ NO QUIEREN LEER BUSQUEN ESTE CORAZON 💝 PARA LEER LA ULTIMA PARTE FINAL.


'¡Me vas a mataaar! ¡Gegeeee! Aaaaaaahhhhhh....'

Jiang Cheng es embestido salvajemente por Lan Xichen.

'Lo siento, lo siento.... ¿te lastime?'

'Maldición. ¿Qué haces? ¿Por qué té detienes?'

'Pensé que...'

'Te juró que si no sigues te daré el divorcio Lan Xichen.'


Jiang Cheng entrelaza sus manos en la nuca del mayor y tiro de él hasta que sus bocas se encontraron en un embriagante besó mientras provocaba a su esposo con un vaivén de caderas. 

 

Lan Xichen siente que se volverá loco o se quedaría seco si sigue siendo provocado de esta manera. En estos momentos no tiene voluntad propia y tampoco se puede controlar. Aunque realmente no quiere que esto termine. Piensa que nunca se podrá controlar. Si así se siente hacer el amor puede vivir todos los días de su vida amando a su esposo de esta manera.


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Hace meses no descansaba así. Aunque le dolía cada centímetro de su cuerpo la calidez que le brindaba la cama y el cuerpo de su esposo era una comodidad que jamás había sentido. Sentía su corazón liviano y respirar ya no era una tarea difícil. Como lo había sido muchas veces en el pasado año.


'¡Aaaahhhh, Xichen-ge bastaaaa!'

'Buen día amor. ¿Como amaneciste?' - Golpea fuertemente los glúteos de Jiang Cheng.

'¿Piensas acabar conmigo? Ni siquiera tenemos un día de casados.' - Dice mientras gira su cabeza y se levanta un poco para poder mirar a su esposo el cual se encuentra montando de ahorcadas encima de sus muslos.


Los ojos de Xichen en estos momentos sólo reflejan lujuria y amor. Xichen comienza a masajear los glúteos de su A-Cheng como si fuera un experimentado panadero. Se siente incitado por los sonidos de placer qué salen de la boca de su amado.


'Necesitaré una silla de ruedas si seguimos así. Aunque presiento que no me arrepentiré.' - Confiesa Jiang Cheng.


Ambos ríen mirándose con los ojos llenos de complicidad.


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La Angustia de un DoncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora