the christmas' tree

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ESPECIAL DE NAVIDAD
El Árbol De Navidad

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El 24 de diciembre había llegado a Hawkins

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El 24 de diciembre había llegado a Hawkins. Un día muy especial para la mayor parte del mundo, y El Club de Los Perdedores no estaba exceptuado.
Pero si de torpes y distraídos se hablase, ellos serían los más expertos en el tema.
Con tan sólo decirles que, los ocho amigos estaban en el centro de aquella ciudad en busca de un árbol de Navidad es más que suficiente, ¿no?

—¡Yo les dije qué esto iba a ocurrir! -exclamó Richie con fastidio— ¿¡Quién demonios vendería un árbol a ésta hora!?

—Richie, no s-seas idiot-ta —regañó Bill mientras abrazaba Bev por los hombros.

—¡Tú fuiste el que se negó a ir a comprarlo el primer día de diciembre! —manifestó Cheryl hacia su novio— Ahora te la aguantas.

—¿¡Ustedes entienden que mañana estaremos todos con una gripe y en la cama!? —preguntó Eddie dramáticamente, asegurando el agarre de su gran abrigo— ¡Hace muchísimo frío, y estamos en la calle! ¡Podríamos enfermarnos por culpa de un millón de bacterias!

—Eds, en el baño también hay bacterias y vas igual —comentó Beverly sonriendo divertidamente ganándose una mala mirada de parte del chico.

—Chicos, ya van a ser las cinco —habló Stanley observando su reloj—. Las tiendas cerrarán en cualquier momento.

—No es nuestra culpa que las tiendas no vendan los suficientes árboles de Navidad —respondió Mike bufando pesadamente.

—Si tan sólo hu-ubiésemos hec-cho lo correcto —dijo Bill, repitiendo la acción del moreno.

—Nadie puede determinar que es lo correcto o no —comentó Hanscom mirando a sus amigos con las cejas alzadas—, todos tenemos una visión diferente del bien y el mal.

—Que profundo.

Entre burlas e insultos siguieron caminando por aquella calle nevada, observando como varias tiendas cerraban sus puertas para poder ir con sus amigos y familiares.

Una vez que doblaron por la calle de la izquierda, visualizaron como un gran negocio de árboles seguía abierto. El grupo se miró, y comenzaron a correr hacia el lugar.
Cuando llegaron se encontraron con que había solamente un árbol.

—Hoy es nuestro día de suerte —sonrió Richie, burlándose de los demás quiénes lo culpaban de no poder conseguir un árbol.

last summer ; richie tozierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora