Cada fan de Park Seonghwa tiene tres cosas en común:
1. Tiene una expectativa irreal del amor.
2. Marca en su calendario con las fechas de la publicación de su nuevo libro y de los estrenos de su última adaptación.
3. Siente un amor/odio hacia su gr...
Summary: Hongjoong y Seonghwa tienen una conversación muy importante.
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–Ni siquiera estoy sorprendido de que tengas un fan-blog de KH –dice Yeosang mientras rebusca dentro del refrigerador de Seonghwa, sacando algunas cosas que considera decentes–. Vives babeando por él a fin de cuentas.
Seonghwa oculta la cara entre sus manos. Cuando se percató de que había posteado su reseña sobre la última novela de KH en el blog equivocado, se dispuso a borrarlo con rápido frenesí, pero de nada sirvió, ya había copias de aquello por todo el internet. Eden había sugerido hacerlo pasar por un hackeo, un mero escándalo de un pirata. Pero el hecho era que: A Seonghwa no le importaba. No le importaba que el mundo supiera sobre su admiración por las novelas de KH. Ni siquiera le importaba el hecho de que involuntariamente se había criticado a sí mismo en la reseña. No, lo que le importaba era el hecho de que ahora KH lo sabía.
(Excepto, que en realidad, tampoco le importa eso. Sólo le importa que Yunho lo sabe y eso significa, por extensión, que Hongjoong lo sabe.)
¿Lo juzgará Hongjoong ahora que sabe que Seonghwa ha estado adulando a su mejor amigo por años? ¿Lo verá con otros ojos a partir de ahora?
Cuando expresó estas preocupaciones a Eden, su jefe sólo pudo parpadear, anonadado ante el hecho de que a él le preocupaba más eso que su anterior excelente reputación. Seonghwa se lo comentó sólo porque de verdad disfruta del trabajo del otro autor –sin importar cuán vehemente este disfrute puede llegar a ser– él no mancharía su propia reputación en lo absoluto. Todo el mundo sabe que KH es fantástico, y ahora simplemente todos saben que Seonghwa también piensa lo mismo. Eso es todo.
Entonces está bien.
Está bien.
Está bien, más su teléfono ha estado en su mano en la última hora, con el número de Hongjoong, y quiere llamarlo. Quiere llamarlo con desesperación. Su pulgar deambula por encima de la pantalla, ha tipeado y luego borrado muchos mensajes, ha considerado muchas posibles formas de comunicación desde señales de humo hasta palomas mensajeras. En vez de eso, sin embargo, se deja caer sobre el sofá y observa como Yeosang agarra una barra de pan y le arranca pedazos. Comiéndoselo.
– ¿Guardas el pan en el refrigerador? –pregunta Yeosang con la boca llena, dejándose caer sobre un taburete de la cocina.
Seonghwa lo ignora, mira su teléfono.
–Es Hongjoong, ¿cierto? ¿Eso es lo que te tiene atormentado?
