Capitulo 2: Una suplente para Lucia

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Bienvenidos a otro dia de mi vida

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Bienvenidos a otro dia de mi vida.

Sali de casa y como siempre iba corriendo, ahora se por que Nestore me reprime por llegar tarde a todos lados. Tomé el transporte publico que me llevaba a mi escuela, el autobús que abordaba me dejaba frente a la institución así que no me preocupaba por que tuviese que correr casi un kilometro o más para asegurarme de llegar a tiempo, solo debía atravesar el corto estacionamiento, por lo cual no habia problema, sin embargo, habia prometido frente a toda la clase que llegaría a tiempo a partir de aquel dia en que la profesora Leone me amenazó con reprobarme, cuando lo hizo delante de mis compañeros.

Enserio me esforzaba por cumplir con mi palabra pero parecía que mi destino era ser una retrasada, en tiempo, claro.

Ya escucharon a mi hermana Selene en el capitulo anterior mencionarme lo de el ensayo, pues si, debía presentarme al ensayo general de la obra que protagonizaba, "Amadeus". Cuando los directores de la puesta en escena me informaron que el protagónico era mío, me sorprendí mucho al enterarme al mismo tiempo que a Selene le gustaba la musica clásica, siempre creí que su genero favorito era el pop, pero me equivoqué. 

La obra trataba de la vida de Antonio Salieri al conocer a Mozart y dedicar cierto tiempo de su vida a "hundir" la carrera de este mismo musico, yo interpretaría a Salieri en versión femenina. Llevábamos meses de preparación para el estreno, durante ese tiempo Selene me comenzó a pedir que le contara la vida de el personaje que interpretaría, lo pedía una y otra vez, ¡No se cansa! o mejor dicho ¡No se aburre de escuchar lo mismo!.

Finalmente llegué a mi destino, al bajar del bus me coloqué mis gafas de sol oscuras para ingresar triunfalmente a la escuela, podía ingresar despues de la hora estipulada para el ensayo pero de aun así me preocupaba por verme bien todos los días. En la entrada me encontré a Nestore esperándome con su mochila cargada, mi café de todas las mañanas en su mano y con su extremidad contraria sostenía un cuaderno mientras observaba el reloj que portaba en la muñeca. 

— Impresionante, tarde otra vez, ¿Por que no me sorprende? —habló cuando me percibió más cerca de él, estiró la mano en donde sostenía el recipiente desechable con café para dármelo—. Y esta vez fueron veinte minutos de retraso, ¡Nuevo récord!.

— Cierra la boca, Rossi —dije con desinterés a sus reclamos, Rossi era su apellido. 

— Tienes suerte de que el ensayo haya sido pospuesto por dos horas más —contestó Nestore mientras nos disponíamos a caminar juntos por el pasillo, todos a nuestro al rededor nos escaneaban con sus miradas—. El director de la obra llegara despues por asuntos personales, justo me avisaron cuando te vi bajar del autobús.

— Al menos no seré juzgada como siempre... ¿Alguna novedad? —pregunté despues de beber un sorbo de mi café sabor vainilla. 

— Demasiadas, diría yo —respondió Nestore al dirigir la vista al cuaderno que llevaba en la mano—. El profesor Yung me dio las nuevas indicaciones y entre ellas hay dos que a mi parecer te serán importantes.

Mi vals con MozartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora