"Alyssa Targaryen, la esposa del Rey Aegon II Targaryen, fue conocida como Alyssa la Valiente, y pasó a la historia como una de las mejores jinetes de dragon de la historia de los targaryen"
- FIRE AND BLOOD
( Aegon Targaryen x oc )
( Season 1...
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Todo empezó en la boda del Rey Viserys con su segunda esposa, Alicent Hightower. En ese momento fue cuando el príncipe Daemon vio por primera vez a la mejor amiga de la nueva reina, Lady Alerie Tyrell, la hija de Lord Tyrell, y Lady Lannister. La ceremonia estaba llena de nobles y dignatarios de todas las casas importantes de Poniente, cada uno de ellos observando y comentando cada detalle del evento.
Desde ese instante, Daemon quedó cautivado por la belleza y la gracia de Alerie, y no pudo evitar observarla durante toda la ceremonia. Los murmullos y miradas furtivas no tardaron en suscitar rumores entre los invitados, plantando las semillas de una historia que cambiaría el curso de sus vidas para siempre. La atracción entre Daemon y Alerie no pasó desapercibida, y muchos en la corte comenzaron a hacer apuestas sobre cuánto tiempo tomaría para que Daemon hiciera un movimiento.
Daemon le pidió a su hermano la mano de la belleza para casarse con ella, al estar recientemente viudo, el rey aceptó, y en menos de 7 lunas ya estaban casados. La boda fue un evento grandioso, con celebraciones que duraron días y gente que llegó de todos los rincones del reino. Pero la felicidad le duró por o al príncipe, pues seguía persiguiendo a su sobrina, la princesa Rhaenyra. Eso fue causa de conflicto entre los dos, hasta que el amor que había en un principio desapareció, y solamente hacían su obligación. Al año de la boda, Lady Alerie se enteró que estaba embarazada, y en el año 109, dio a luz a su primera y única hija.
El nacimiento de Alyssa Targaryen fue un evento marcado por la tensión y la ausencia de su padre. Su madre, Alerie Tyrell, se encontraba en la cámara de parto, rodeada por un aire de incertidumbre. Alerie, con el rostro perlado de sudor y el cuerpo agotado por el esfuerzo, sabía que tendría que enfrentar este momento sin el apoyo de Daemon Targaryen, quien había dejado claro su desinterés y ausencia.
Afortunadamente, no estaba completamente sola. A su lado, sosteniéndole la mano y brindándole palabras de aliento, se encontraba su mejor amiga, la reina Alicent. La presencia de Alicent fue un consuelo inmenso para Alerie. — Respira, Alerie. Estás haciendo un trabajo increíble — susurraba Alicent con suavidad, intentando calmar sus nervios.
Las horas pasaron lentamente mientras Alerie luchaba con el dolor y el agotamiento. Alicent no se apartó de su lado ni un momento, demostrando una lealtad y un amor inquebrantables. — Ya casi está aquí, Alerie. Sólo un poco más— la alentó Alicent, viendo cómo la fortaleza de su amiga brillaba a través del dolor.
Finalmente, después de una ardua labor, el llanto de un recién nacido llenó la habitación. Una pequeña niña, Alyssa, había llegado al mundo. Alicent tomó a la bebé en sus brazos y la envolvió con ternura en una manta suave antes de entregársela a una Alerie exhausta pero radiante.
— Es hermosa, Alerie,— dijo Alicent con una sonrisa cálida. — Mira a tu hija, Alyssa Targaryen. Es fuerte, como su madre.
Alerie miró a su bebé con lágrimas de alegría y alivio. _ Gracias, Alicent. No sé qué habría hecho sin ti.
Alicent le devolvió la sonrisa, conmovida por la escena. — Siempre estaré aquí para ti, Alerie. Y para Alyssa. No estás sola. — Después de un momento de contemplación, Alicent añadió con un brillo en los ojos: — Alyssa es perfecta para Aegon, ¿ No te parece ? .Él tiene dos años ahora y creo que podrían formar una pareja maravillosa en el futuro. Quizás deberíamos considerar comprometerlos.
El nacimiento de Alyssa no solo marcó la llegada de una nueva vida, sino también el fortalecimiento de amistades y la creación de nuevas oportunidades. A pesar de la ausencia de Daemon, el vínculo entre Alerie y Alicent se fortaleció aún más en ese momento, prometiendo a Alyssa un futuro lleno de amor y apoyo, y tal vez, una unión prometedora con el joven príncipe Aegon.
Los días siguientes estuvieron llenos de celebraciones y visitas de nobles y amigos que venían a conocer a la nueva integrante de la familia. Alerie, aunque agotada, sentía una felicidad indescriptible al ver el cariño y la atención que su hija recibía. Alicent, siempre a su lado, ayudaba en todo lo que podía, demostrando una vez más su lealtad y amistad incondicional.
— Esta niña cambiará nuestras vidas, — dijo Alerie un día, mientras observaba a Alyssa dormir en su cuna. — Siento que su presencia traerá grandes cosas para nuestra familia y para el reino.
Alicent asintió, compartiendo el sentimiento. — Alyssa tiene un destino grandioso, Alerie. Y juntas, nos aseguraremos de que tenga todo el amor y el apoyo que necesita para cumplirlo.
Así, con el nacimiento de Alyssa Targaryen, se forjaron nuevos lazos y se vislumbraron futuros prometedores, llenos de esperanza y posibilidades.
La casa Targaryen estaba prosperando en esos años, con más dragones que nunca antes en su historia. Los cielos de Poniente eran dominados por estas majestuosas criaturas, símbolo del poderío y la grandeza de la familia Targaryen. Los dragones eran una fuente de orgullo para la familia, y muchos veían en ellos una garantía de su dominio sobre el reino.
Sin embargo, la felicidad y la bonanza duraron poco. Apenas una semana después de la fastuosa boda de la princesa Rhaenyra, un evento que había reunido a las casas más poderosas del reino, la princesa Alerie Tyrell falleció en un horrible y trágico accidente. La noticia de su muerte causó un gran revuelo en la corte, y muchos se preguntaban cómo podría haber sucedido algo tan terrible.
Las habladurías y rumores no se hicieron esperar. Todos tenían sus teorías sobre lo que realmente había sucedido aquel fatídico día. Algunos sugerían que fue un error humano, mientras que otros hablaban de una conspiración premeditada. Sin embargo, había un punto en el que todos coincidían: el príncipe Daemon tenía algo que ver. La sospecha se alimentó aún más cuando, tan solo una semana después del accidente, Daemon se casó precipitadamente con Lady Laena Velaryon, en una ceremonia que sorprendió a muchos. Este repentino matrimonio dejó a su hija en los cuidados de Alicent Hightower, generando aún más especulaciones y susurros en los pasillos del poder.
La tragedia de la muerte de Alerie y el rápido matrimonio de Daemon marcaron el comienzo de una época de incertidumbre y tensión en la corte. Las alianzas se pusieron a prueba, y muchos comenzaron a cuestionar la lealtad y las intenciones de quienes les rodeaban. A medida que los rumores se extendían, la corte se convirtió en un hervidero de intrigas y desconfianza, con todos tratando de proteger sus propios intereses en un mundo cada vez más peligroso y volátil.
