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Mis dedos se pierden entre mi delgados cabellos, tan largos y finos.

Suspiró por quinta vez del día, no tengo nada que hacer. No puedo ir a la biblioteca del pueblo sin alguno de mis hermanos y más ahora que la lluvia azota este lugar rústico.

Lleve mis manos a mi rostro. —Que aburrido.

Solo podía escuchar las gotas de lluvia chocar contra el cristal de la ventana, el viento peleando con los árboles.

Sabía con certeza que estaba ocurriendo una tormenta, debido que no tardaron en oírse las nubes chocar entre si provocando un trueno, escuchar ese sonido en particular dañaba sus oídos.

Cubró mis orejas tratando de impedir que el sonido del trueno no lastimara mi audición. El olor de tierra húmeda inundó mis fosas nasales.

¿Cuánto tardaría sus hermanos? Esperaba que la tormenta no ubiera sido un inconveniente.

En eso escucho ese sonido peculiar de los coches estacionándose, en este caso enfrente del edificio.

Automáticamente mi cuerpo se sienta en la cama, ansioso del lado derecho de la cama busco al aire algo, lo toco y lo sostengo.

Me levanto cuidadosamente sosteniendo el bastón, no deseaba caerme.

Conocía poco el departamento. Recién nos habíamos mudado a este edificio, siendo exactos una semana, debido al empleo de mis hermanos.

A pasos pocos apresurados salgo de la habitación, tomando un poco de guía la pared del pasillo.

Mis manos sienten como se pierde la pared. Tomando un poco de valor camino guiandome con el bastón, el camino lo siento eterno no creo que llegar a la puerta pronto.

El tintineo de llaves se escucha siendo abierta la puerta.

—¡Shoto! —escucho las voces preocupadas de mis hermanos.

—Sabes que no puedes andar caminando, recién nos estamos mudando y no hemos acomodado todo. —decía su hermana mientras lo guiaba a uno de los sillones.

—Shoto, aún nos falta mucho, el fin de semana terminaremos esta porquería de la mudanza. —su hermano revolvió sus cabellos.

—Esta es una jodida mierda —maldigo en un susurro.

—Shoto no debes decir groserías. —regaño Fuyumi.

—Dejalo Fuyumi no es nada malo.

—Bien —dijo su hermana medio molesta. —Touya apila las cajas y tú Shoto no te pares de ahí, hay muchas cosas tiradas en el suelo. Prepare la cena.

Escucho el sonido de las bolsas siendo levantadas, junto los pasos dispersos de mis hermanos.

Recargo su cabeza en el respaldo del sillón, suspirando pesadamente. Mientras escuchaba el sonido de la lluvia, se había calmado un poco.

—Esta es una jodida mierda. —dijo Touya. —Sabes, el fin de semana podríamos  ir a la feria del pueblo.

—¿Feria?

—Si, durante el fin de semana ¿Quieres que vayamos?

—¿Podrás ir?

—Puede que salga temprano, solo si el trabajo no sea mucho.

Inconscientemente realizó un puchero, acción que se le hizo tierna al mayor de los Todoroki's.

—Te lo prometo —beso su frente.

—¿Seguro?

—Claro Shoto, subiremos algún juego esta vez.

Una sonrisa diminuta se asomo en el rostro del cabellos bicolores.

Sin poder mirar. (BakuTodo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora