Capítulo IV: Momentos

72 2 0
                                    

"¿Alguna vez te has planteado si nosotros hacemos los momentos de nuestra vida o si son los momentos de nuestra vida los que nos hacen a nosotros?,siempre existe el momento de... ese pequeño instante que hizo un gran cambio, como cuando dices si a algo, y después te das cuenta que fue un desacierto o cuando haces una pequeña cosa por alguien y después ese alguien se convierte en una persona importante en tu vida... En realidad no importa si nosotros los hacemos o si la vida lo hace por nosotros, lo realmente importante es hacer de los buenos momentos, algo inmemorable para que te puedas aferrar a ellos en los malos momentos."

Christopher:

Al parecer mi hermano y mis primos no mentian con lo de quedarse, esta mañana me han pedido que los lleve al instituto porque se quieren inscribir a las clases, yo creía que durante la noche iban a huir y decir que al menos lo habían intentado, pero me sorprendió verlos en la cocina esperándome para desayunar.

El lugar era completamente diferente al instituto en el que asistimos en Nueva York, este era mucho pero mucho más pequeño y un poco lúgubre, como un lugar que había visto mejores tiempos, pero que ahora estaba acabado. Estacione en el primer lugar que encontre y nos dirigimos directo a la secretaria, me habia inscrito via online, però comenze a dudar si había llegado mi solicitud, ademas quería saber mi horario y ver si en alguna clase concidía con la persona que estaba buscando. Mientras me inscribia, no pude evitar pensar en la chica de la fiesta me pregunto si la vere otra vez, lo más probable es que así sea.

Cuando entre a mi clase, espere ver a Sophie pero no estaba, deseaba verla, aunque sabía que debía de dejar de pensar en ella y concentrarme en el motivo que me habia traído a este lugar, pero me era imposible anoche después de dejar a los chicos, en lo único que había podido pensar era en sus ojos azules, me pregunto si ella había pensado en mi, una parte de mi creía que si, esa noche había visto curiosidad en su mirada.

Me sente atrás para poder pasar desapercibido y no responder a las sólitas preguntas de los curiosos, pero no lo logre todo el mundo me observaba, como si jamás hubiesen visto a un extraño en este lugar, trate de ignorarlos, hasta que una chica de una voz un poco chillona y con exceso de maquillaje se sentó a mi lado.

-¿Como te llamas?- Pregunto, no quería parecer grosero, pero tampoco quería conversar con ella.

-Christopher- Le dije y evite regresarle la pregunta.

-Yo me llamo Jessica, no eres de por aquí, te recordaría si lo fueses- Dijo, señalándo lo obvio.

-No, me acabo de mudar- Sabía que estaba siendo un idiota al ser cortante con la pobre chica, pero no estaba aquí para ser amigos tenía un motivo para estar en este lugar y si todo iba bien, el próximo semestre regresaría a Nueva York a graduarme con mis amigos.

A la hora del almuerzo ya no podía más de preguntas, la chica de mi primera clase, junto con algunas de sus amigas, me habían ataviado de preguntas que yo no quería contestar, así que ahora estaba tratando de evitarlas a toda costa. En mi huida encontré a Nathan que parecía no molestarle la atención en exceso, estaba rodeado de al menos diez chicas que le coqueteaban y sonreían a todo lo que el dijera o hiciera, pero el no parecía en absoluto incómodo, como yo lo había estado, el parecía divertirse por tanta atención, hasta que llegó Sara junto a Joshua y sacó a su hermano del grupo de chicas, vi como algunas la miraban con un poco de odio quizás pensaban que era su novia o algo así.

-Te divierte- Le dice Sara, sin humor a ella nunca le ha gustado que su hermano cambie de novia como cambia de camisa.

-Claro que sí hermanita, pero es algo que tu no entenderias, verdad Christopher- Me dice y se de lo que habla yo era como el, me gustaba la atención de las chicas y sus coqueteos constantes, pero ya no más aprendí que no es suficiente un rostro bonito, porque esos pueden ser los más engañosos.

-Pueden dejar de discutir, tengo hambre- Dice Joshua, lo que evita que yo conteste.

Vamos a la cafetería, es algo pequeña como todos en este lugar, pero lo peor no es el tamaño si no, sus horribles paredes pintadas en un azul celeste y fucsia chillón, me pregunto quien habrá sido el que eligió el color, cuando algo llama mi atención y es cuando la veo es Sophie está sentada en una de las mesas del fondo junto a otros chicos y no puedo evitar sonreírle, es en ese momento que me atrapa Nathan.

-Que es lo que ha llamado tu atención- Dice dirigiendo la mirada a donde yo estaba viendo -Tienes buen gusto primito, es lo más bonito que he visto en todo este lugar- Se que lo dice enserio y es lo que me molesta en el pasado ya hemos competido por una chica y no quiero que eso suceda de nuevo, se que si le demuestro que estoy interesado en ella lo único que voy a conseguir es que el se encapriche y no es lo que estoy buscando.

-No se de que hablas no estoy viendo a nadie en especial- Le digo para que se olvide del tema.

-Te vi mirar atentamente a la rubia de haya- dice señalando con la cabeza, Sophie ya se había girado así que no puede ver mi interacción con Nathan.

-No sólo, me preguntaba quien había sido el retrasado que había pintado este lugar- Dando a entender que no tenía ningún motivo para creer que me gustaba alguien en especial.

Cuando terminó el almuerzo, estaba agradecido de que Nathan hubiese olvidado todo el tema de Sophie, se que no tengo porque preocuparme, porque ni ella es mi novia, ni estamos en Nueva York, para que mi primo trate de robarme la, pero no puedo evitar sentirme así, aún recuerdo el momento en que Jennifer me engaño con Nathan, fue a inicios del año pasado y es una experiencia que estoy seguro querer olvidar pero no puedo. El me habia dicho: "Debes entender Christopher, las mujeres no son leales", y en ese momento yo había cometido el error de decirle que no era cierto, que existían mujeres que si lo eran y el para demostrarme que estaba equivocado había seducido a Jenifer. Se que no toda la culpa era de Nathan, que si Jenifer me hubiese querido como decía, no me hubiese engañado y que Nathan solo me quiso demostrar un punto, pero no pude evitar pelearme con el, aunque después lo dejaramos pasar.

Cuando llegó a mi siguiente clase, estoy pensando en una idea para evitar las preguntas de los curioso, cuando veo a Sophie, sentada en la primera fila y no puedo evitar sonreír, me siento a su lado y estoy apuntó de preguntarle, como llego a su casa la noche de la fiesta, cuando entra el profesor y pide silencio para tomar la asistencia.

Cuando llega a su nombre me congeló, era ella, era la razón por la que había dejado Nueva York, como no lo pude ver antes cuantas Sophie Bennett pueden haber en este pueblo, pero recuerdo que ella no me dio su apellido, solo su nombre, pero no sospeche esa noche que podían ser la misma persona, aunque ahora eso ya no importa y es en ese momento, que todo lo que pensaba de ella se esfuma y es remplazado por el resentimiento que se que le debo tener.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 04, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fantasma del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora