𝙴𝚕 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚙𝚊𝚜𝚊 𝚜𝚒𝚗 𝚙𝚎𝚗𝚜𝚊𝚛𝚕𝚘.

ꜱᴄʜᴏᴏʟ ᴍᴀɢɪᴄ [ʜᴇᴄʜɪᴄᴇʀᴏꜱ].

Correr era lo único que se les cruzaba por la cabeza en estos momentos, seria mejor encontrar un lugar donde esconderse rápidamente, o serían sancionados por estar en un área restringida del instituto, y más aparte sacar varias pociones prohibidas y hacer una pequeñita (gran) explosión, la risa del peli amarillo se podía escuchar sonoramente en todo el pasillo en el que estaban corriendo, era divertido romper las reglas y más si era con su gege favorito; y que decir del castaño, tenía una sonrisa tan ancha que podrías preguntarte si no le dolía, pero así eran ellos, rompiendo las reglas, bromas de por medio, promesas silenciosas que bien conocían los dos, pero por miedo a que todo cambie, mejor dejan callar esa vocecita que les dice que tienen que sacar a flote sus sentimientos.
Pero recapitulemos, como llegaron a estar corriendo, bueno eso les contaré ahora.

"Gege, por favor, diga que si, vamos, no seria la primera vez que hiciéramos algo como ello". Hablo el más bajo de los dos.

"No se si este bien, aparte sabes que ese lugar está prohibido". Contesto seriamente el castaño a su Didi.

"Como si fuera la primera vez que hayamos hecho algo así". Murmuró el peli amarillo, pensando que su mayor no lo había escuchado.

"Esta bien, lo haremos". Termino por decir el de complexión delgada.

"Yes, gege es el mejor". Grito contentó su menor, mientras lo abrazaba, llamando la atención de varios alumnos que se encontraban cerca de ahí. No podía estar más rojo que de costumbre.

Horas después del desayuno, acordaron encontrarse en la entrada del aula 520.

"Muy bien gege, listo". Pregunto el bajo a su mayor.

"Si". Respondio el castaño un poco tenso y nervioso, esto no se sentía bien.

Los dos chicos abrieron la puerta, y entraron, no sin antes cerrarla, el mayor de ambos tenía un mal presentimiento, pero siguió, después de todo que cosa podría pasar, de ello se arrepentiría un poco después, o bueno no tanto.
Mientras caminaban encontraban todo tipo de libros, pociones, etc. Sus caras no podían estar más sorprendidas y sus ojos brillosos de ver todo tipo de cosas que solo conocían por las clases, siguieron viendo hasta que un libro les llamó la atención, lo tomaron, se sentaron y se dispusieron a leerlo, después de unos 30 minutos, el castaño se paró y siguió viendo los distintos frascos de pociones, cuando vio uno qué conocía se dispuso a hacer una poción, aunque no salió del todo bien, pues terminó siendo una pequeña explosión (que se hizo más grande), y es ahí cuando de repente la puerta se abre y deja ver al profesor Liu (quien imparte alquimia básica), cuando lo ven, el peli amarillo se para tirando el libro que tenía en las manos, mientras que el castaño agarra unas pociones con su brazo izquierdo, y con la que tiene desocupada agarra la mano contraria y empieza a correr por la puerta trasera.