𝐒𝐓𝐀𝐑 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 || Ironstrange

[ 11 ]

Abrio su mano y lo jalo hacia su pecho.

No supo como, ni supo cuando logro entrar a la base para ahora estar abrazando a quien más deseaba tener en su miserable vida.
Todo estaba roto dentro suyo y podia sentirlo al igual que el pequeño omega que ahora podia sentir, era tan hermoso, tan tierno, sentie como su respiración llegarle a su pecho...

Como pudo alguien hacerle daño.

—Soy un idiota, nunca debi alejarme de ti, debi defenderte...

—Stephen...

—Crei que retrocediendo el tiempo podria alejarme de ti— lo dejo de abrazar para sujetar sus redondetas mejillas— pero iba a dejarte ir—

Tony no evita sonrojarse mientras lo ve acercarse y dejarle un beso en la frente, el también empezaba a sentir esas famosas mariposas en el estómago por aquel hechicero que conocio por obligación del equipo, necesitaban sangre nueva y termino conociendo a quien ahora pide perdonarlo.

Pone ambas manos arriba de las del hechicero y parpadea para así jalarlo hacia su mismo eje, no supo cuando penso eso pero si deseaba probar los labios de Strange.
El ritmo empezo lento y paso a convertirsé en un ritmo más deseoso, lleno de energía ante los sentimientos correspondidos por ambos corazones, destinados a sufrir cualquier lio por mantenerse unidos hasta el fin del mundo.

El oxigeno exigió respeto separandolos, juntaron sus frente evitando mirarse devido al sonrojo évidente.

—Sabes a miel...

El omega no duda un segundo para sonrojarse más y cubrir un poco sus labios algo rojos.
Stéphen sonrie y decide separarse para sujetarle las manos llevándolas a su pecho dejando en claro todo lo que siempre quiso.

—Crei que las historias de amor eran pura fantasía...

—Puedo enseñarte a borrar esa i-idea?

—Ya lo hiciste, y el latido que sientes es la prueba.

El menor sonrie y empieza a llorar ante la emoción, le importo poco aquel futuro que tanto mencionaba Stephen, aquel futuro donde según el moría a manos de Steve, queria estar cerca suyo y poder sentir ese fuego de la adrenalina al igual que el placer de solo ser el quien lo vea dormir feliz, o lo vea sonreir.
Estiro su brazo logrando llegar a su cuello y vovio a abrazarle.

Cuando escucho la puerta abrirse volteo algo sonrojado, se encontro con una Natasha asustada por la presencia no vista del mago.

—Tony...—

Divisa al hechicero cerca a el y lo saluda alzando levemente la palma de mano, expresa amabilidad mientras sigue hablando con su futuro rollito de canela.

—Alfin seré tia?, gracias pequeño.

—N-No, Nat!

—No seas tan duro con el, no quiero un bambi por la base.

Ella sonrie y deja un leve palmeo en su sedoso cabello castaño, lo ve sonrojarse por lo que décidé darles su respectivo espacio.
En fin de todo, ya tenia varios nombrecillos para el mini Tony.

—Me voy a ordenar el comedor, no hagan nada, los observo.

Entrecierra sus ojos y hace la típica mueca de mamá protectora.
Stephen solo rie y mira al menor, este le sonrie con el alma, con su alma llena de vida, llena de energía y llena de amor, era tan hermoso que si moria, tendría que reencarnar para seguir amandolo.

Y que esperaba?

Jamaz penso en que todo eso pasaría, que tendría a un ser maravilloso, que en sus ópticos cafes esconderia las más coloridas estrellas nunca antes vistas por sus precario ojos que solo veían hechizos y poderes magestrales.
No podia esperar más, estaba cerca de su rollito de canela sin poder dejar de apreciar aquella belleza que poseia, era un paquete completo, solo para el.