No fue tan difícil como pensé que sería conseguir a Magnus como abogado de Izzy pero, una vez que se les señaló la laguna, la Clave no refutó una parte de mí quería creer que esto se debía a que habían visto el error y lo habían aceptado, pero la parte pesimista de mí sabía que era porque pensaban que un brujo nunca podría convencerlos de nada más que de sus propios pensamientos
El nuevo oficiante de la Clave, Inquisidor Herondale, era un estricto y mujer desagradable aunque ni siquiera la conocía, solo la había visto sentada en su trono angelical, me di cuenta de que elegiría a Lydia sobre esta mujer en un abrir y cerrar de ojos
-¿Sobreviviré si toco esto?- Magnus pregunta con sospecha
después de que el Inquisidor Herondale le indica que coloque sus manos sobre algo que ella llama la 'Espada del Alma', algo con lo que estaba vagamente familiarizado desde mi primer viaje a la Ciudad de los Huesos Estaba sentado en el asiento trasero, más lejos del trono rúnico, Espada y el Hermano Silencioso, habiendo adquirido instantáneamente el dolor de cabeza número 50 de este mes en el momento en que entré en la habitación Alec, noble como siempre, había insistido en que me quedara afuera, mantuviera mis fuerzas, no me preocupara por Izzy, pero la expresión de su rostro me dijo todo lo que necesitaba saber: puede que él no me necesite, pero ella sí
-Si dices la verdad- razona Herondale Magnus, pensando por un momento, agarra la espada con ambas manos
Reacciona a su toque, un rubí brilla intensamente en la parte superior de la empuñadura de la espada y el Hermano Silencioso comienza a 'hablar'
-Por el poder de esta espada, ¿juras defender a su cliente con integridad y honestidad?- Sus palabras resuenan en mi cabeza, agregando un mazo a la bola de demolición que golpea mi cerebro sin cesar
-No hay discusión mía sobre eso- bromea Magnus, sacando apresuradamente sus manos de la espada tan pronto como el Hermano Silencioso hace un gesto
-Haz tu caso, brujo- Gruño en silencio lo mínimo que podían hacer era usar su maldito nombre, es una decencia básica
-Mi caso es simple- comienza Magnus, su tono y gestos uno de gran abogado, un gran defensor,
-Es cierto que Isabelle Lightwood actuó en contra de las órdenes de la Clave al intentar liberar a Seelie, Meliorn pero ella no actuó en contra de los intereses de la Clave prevenir el interrogatorio forzado y la posible muerte de un Seelie puede haber salvado los Acuerdos
-No estamos aquí para especular sobre lo que podría haber pasado si el acusado no hubiera interferido- Herondale se pone frenillos y aprieto los dientes
-¿Quieres decir lo que podría haber pasado si ella no hubiera impedido que los Hermanos Silenciosos torturaran a un Seelie?- Magnus refuta
-Espero un argumento válido- interviene Herondale, pareciendo aburrido -¿Tienes uno?
-Lo que realmente quieres es la Copa Mortal- Magnus responde, su ira estallando -Mi cliente no lo tiene dado que todo este precedente no se trata de lo que realmente se trata, propongo que se desestime este caso
-Estás fuera de servicio- Herondale fulmina con la mirada, su mirada deslizándose hacia mí
Casi espero que ella me llame por la Copa, que me obligue a darle la vuelta, pero ella es más inteligente que eso, la Clave es más inteligente que eso: ¿amenazarme, no me importa, amenazar a alguien que me importa? Esa es la verdadera forma de llegar a mí oa cualquier persona con un corazón decente además, a la Clave le gustan sus reglas y regulaciones las pruebas probablemente sean como un tiempo de juego para ellos
-No- Magnus sisea -Todo esto está fuera de orden ¡No es culpa de Isabelle, es la Copa! ¡Ponga la Copa a prueba!- Hecho su caso, Magnus toma asiento junto a Izzy
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𝓕𝓻𝓪𝔂𝓮𝓭 ✔️
Historical FictionCamille Fray tiene una vida normal Una madre joven, una hermana joven y un padre que murió cuando ella era niña graduado de la escuela secundaria y 2 años en psicología una vida normal y aburrida una vida mundana o eso pensaba ella la noche del cump...