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Hoy has venido a mi casa. Hace mucho que no venías.

—Momo, creo que me estoy enamorando —me dices mirándome a los ojos.

Desvíe mi mirada hacia mis dedos.

—¿De quién? —pregunté con miedo y un poco de esperanza.

Miedo a que me dijeras de ella. Y esperanza a que dijeras de mi.

—De una chica. No te puedo decir quién es —respondiste.

Acepté con la cabeza.

Seguramente ha de ser ella, por eso no me lo dijiste, para no "lastimarme".

Diste un beso en mi mejilla para después acostarte en el suelo a dormir.

Sonreí para mí misma. Todo está bien. No estoy mal.

Te vi ahí acostada. Te ves tan tierna y linda cuando duermes.

Me acosté a tu lado.

G I R L // DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora