[La cita 2/2]

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Separo cuidadosamente a Toga de mi torso mientras que me paro, me saco el traje negro que llevaba dejando a la vista mi camisa verde, luego de eso con mi mano despeine mis pelos verdes. Miro seriamente a Toga y me agacho frente a ella.

-¿Quieres tener una cita conmigo?-,le pregunté mientras que sus mejillas se sonrojaban.

Ella desvió la mirada hacía otro lado mientras que se levantaba del suelo.-Si tanto insistes tendré que ir-,dijo ella mientras tenía la mirada a otro lugar.

Agarré su mano y nos fuimos corriendo del lugar mientras que la miraba emocionado. Corremos hasta llegar a un parque de atracciones lo cuál ya compré dos boletos antes de ir a buscar a Toga.

La veo de reojo ella sigue con esa cara larga, quisiera animarla pero no se como. El brillo en sus ojos desapareció, como si la primera vez que la vi hubiese sido la última.

-No entraremos si tienes esa cara-,le digo mientras que estiro sus mejillas formando una sonrisa.

Ella se queda mirando el suelo un momento pero cuándo sube su mirada, el brillo en sus ojos volvieron y su típico humor también.

-¿Así está bien?-,dijo ella dándome una gran sonrisa de oreja a oreja.

Entramos al parque y termino siguiendola, se ve muy emocionada, corre con toda velocidad a la primera atracción que encuentra en su camino, se pone en la fila y me hace señas con la mano. No parece la misma chica triste de hace rato, de hecho, se ve por completo diferente. Parece casi una niña. Llego al lado de ella hasta que la fila avanza y ambos subimos al carrusel.

Cuándo el carrusel comienza a avanzar la miro, vaya ahora me estoy concentrando en ella, y de verdad se ve linda. Su cabello brilla mucho y su piel es cómo la leche. El carrusel terminó y su rostro hace un puchero, sus mejillas se hinchan cómo globos, no le gustó que se acabara.

-Lo siento, siempre quise subirme a uno de esos-,decía ella mientras se bajaba del asiento y yo la seguía.-La verdad es que nunca nadie me trajo a un lugar cómo este-,término de hablar mientras que su cara se entristecia nuevamente, tratando de evitar la tristeza la agarro de la mano y nos vamos corriendo a un puesto de comida.


-Tengo hambre. ¿Y tú?-,le pregunté mientras que la arrastraba y su estómago gruñe causando que ambos compartamos una risa.

Cuándo llegamos al puesto, era unn sitio parecido a una cafetería pero más pequeño con tres mesas a fuera.

-Em... Yo quiero un chocolate caliente, con crema batida y un muffin de banana-,dijo ella rapidamente mientras que la mujer que atiende anotaba en su libretita.

-¿Y tú? ¿Qué llevarás?-,dijo la mujer castaña mirándome ahora a mi.

-Lo mismo, porfavor-,la mujer asiente con la cabeza y se mete a la cocina. Toga se dirige a una mesa y me hace señas con su mano para que vaya.

Ambos nos sentamos en una mesa circular y nuestras miradas chocan, sus ojos ámbar me hipnotizan.

-¿Porqué haces todo esto por mi?-,su pregunta me tomó por sorpresa y me descoloco completamente.

-Por que me pareces muy dulce y no puedo dejar que te agredan de esa forma-,respondí inmediatamente recordando esa vez que la vi moretoneada, frente a ella me mostre seguro pero cuándo salí de su cuarto vomite, vomite todo el piso. Nunca había visto a una mujer golpeada y el mínimo pensamiento de un hombre golpeando a una mujer indefensa me daban náuseas.

-¿Porqué te parezco dulce?-,preguntó ella nuevamente mientras que la mesera dejaba las bebidas y el muffin.

-¿Te gustaría jugar un pequeño juego?-,le pregunto a ella mientras que abro el vaso y soplo un poco el chocolate caliente. Toga me miró con curiosidad, sus ojos despedían un brillo de curiosidad. En el fondo, el ambiente se disipaba para nosotros dos, las máquinas chillando, los rieles vapuleados y gritos exagerados se degradaban. Solo existimos nosotros.

-Continúa...-,comentó Toga posando su barbilla sobre sus dedos entrelazados mientras que me miraba curiosamente.

-Primero yo haré una pregunta y tu respondes, luego tu me haces una pregunta y yo contesto-,dije mientras que ella sonreía de oreja a oreja y asentía con la cabeza.

-Me agrada ese juego pero la falta algo, no puedes responder "si" o "no" tienes que dar una explicación-,decía ella mientras que sonreía y dejaba a ver sus holluelos de sus mejillas.

-Me parece justo, empiezo yo-,dije mientras que asenti con la cabeza y ella hizo lo mismo.

-¿Uh? ¿Qué sucedió con las damas primero?-,dijo ella divertida mientras que ignoraba su palabra y pensaba en mi pregunta.

-Siempre te quejabas de que yo volvía a buscarte, pero nunca te negaste. ¿Porqué?-,ella se arrugó sobre si misma sin saber exactamente que responder, vacilo un poco en su mente hasta que me miró.

-Creo... Que siempre quise ser rescatada indirectamente-,esa respuesta no me la esperaba pero asenti con la cabeza.

-Tu turno-,le digo mientras que bebía un poco de mi chocolate caliente y ella copiaba mi acción.

-¿Te gusto?-,escupió elma mientras que bajaba la mirada a su muffin dejandome a mi con una crisis mental.

Dudo en mi cabeza sobre si decirle la verdad o mentirle.--,digo secamente mientras que escondía mi cara en mi celular fingiendo ver la hora.

-No puedes responder "si". ¿Lo recuerdas?-,dijo ella con su voz juguetona y recordé esa regla.-¿Te gusto Midoriya?-,volvió a preguntarme ella mientras que su mirada penetraba mi cuerpo.

-Me gustas Himiko Toga, me gustas por cómo eres. Has vivido situaciones traumantes pero aún así sigues sonriendo y dando lo mejor de ti-,decía mientras que miraba hacía otro lado y escondía mi sonrojo.-Aprendí mucho de vos, de tu valentía, de tu humor y de tu personalidad-,terminé mientras que volví a mirarla y tenía una sonrisa pícara.

-No sabía que tenías esos sentimientos hacía mi Midoriya-,dijo ella con su voz burlona mientras que se reía y yo fingia estar enfadado.

-Deberíamos ir a otro lado, un parque de diversiones no es un lugar donde podamos platicar comodamente y aparte ya no tienes tu muffin-,dijo ella mientras que prestaba atención a sus palabras.

Mi mirada vuelve a mi plato y no veo mi muffin.-Pero ni lo he tocado-,digo buscándolo pero cuándo veo el plato de ella los dos papeles que envolvían los muffins estaban en su plato.-¿Te comiste mi muffin?-,le pregunto causándole una risa.

-Claro que sí, estuviste en tu país mente un buen rato-,dijo ella chupando sus dedos mientras que se reía.

-De todos modos, quiero visitar mas juegos. ¿Vamos?-,dijo ella mientras que extendía su mano hacía la mia. Las dudas recorrieron mi cuerpo por unos segundos hasta que nuestras manos se entrelazaron para emprender el camino.

(...)

Mientras que los jóvenes se divertían en el parque de diversiones, en el puticlub Paradise un hombre de cabello negro estaba reclamando que su prostituta no hizo su trabajo.

Sweet Girl/FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora