" Y ahora que? "

Perdón

Adrien estaba en su habitación, cuando escuchó unos pequeños golpes en la puerta, se levantó de su cama y fue a ver quien era, no sorprendiendose mucho al ver a su consejera del amor, se imaginaba que para ese momento, su linda novia ya le había contado lo sucedido.

-no estoy dispuesto a negociar- el rubio volteó la cabeza en signo de indignación. La joven levantó un paquete con croissants de la panadería de los padres de Marinette y lo colocó justo frente a su nariz.

-seguro? - levantó una ceja y el rubio de inmediato le arrebató el soborno de las manos.

-pasa-abrió la puerta por completo. Samantha se estiró, les esperaba una larga tarde.
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Después de que la castaña le explicara al rubio todo lo que Marinette le había dicho, este la miraba sorprendido, la chica vió por fin una esperanza de que esos dos  utilizaran los tiquetes del cine y sonrió, pero de inmediato borró el gesto al notar como poco a poco el chico que tenía al frente fruncía el entrecejo y se levantaba lentamente del sofá. Definitivamente lucía mal "Oh no".

-tu! - el ojiverde tomó la almohada más cercana a él y se la arrojó a la joven que no entendía lo que sucedía, según ella ya había arreglado todo.

-WAAAAAAA- mientras la chica divagaba en sus pensamientos, su cliente había comenzado a llorar desconsoladamente, lanzándose de rodillas al piso y cubriéndose el rostro con el antebrazo, Samantha lo miró aturdida "que rayos?como puede verse bien incluso cuando llora?"

-Marinette no me quiere WAAAAAAA- la adolescente se levantó asustada del sofá. Eso definitivamente no era normal y ella no iba a asumir la culpa, así que intentó salir lo más rápido posible de la habitación de Adrien, ya se buscaría otra profesión luego, sin embargo fue detenida por la mano del rubio que la sujetaba del brazo y tiraba de ella - no te vallas sniff ayudame a arreglar esto sniff- Samantha miró con lástima al pobre adolescente y miró con aún más lástima su cartera, en la que llevaba los tiquetes del cine.

-de acuerdo, te ayudaré- los ojos de Adrien brillaron - tienes que disculparte con Marinette- El chico asintió - explícale que todo fue un mal entendido-  Agreste volvió a asentir  - y hazlo antes de las 8 de la noche- el muchacho levantó una ceja claramente confundido.

-que tiene que ver la hora? -

-mucho-

Adrien no entendió a que se refería su amiga, pero asumió que tenía razón y no pidió explicaciones, así que se limpió las lágrimas y salió corriendo de su habitación lo más rápido posible, rumbo a la casa Dupain, dejando atrás a una furiosa Samantha con los tiquetes en la mano.

-genial, parece que desperdicié mi dinero- la chica arrojó los boletos al suelo enfadada para mirarlos de nuevo unos segundos después y recogerlos con una nueva idea en mente, puede que sus nuevos clientes no fueran a utilizar los tiquetes, pero nada le impedía a ella utilizar solo uno y re-vender el otro al doble del precio original. Y con una sonrisa triunfante salió de la mansión Agreste, rumbo al cine.
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Marinette estaba recostada en suelo de su habitación, haciendo un letrero gigante que decía "Perdóname Adrien" con brillitos de colores, cuando escuchó unos golpecitos en la trampilla de su habitación, se levantó rápidamente y fue a abrir, sorprendiendose al ver a su novio con una sonrisa de oreja a oreja y completamente sudado, como si hubiese corrido una maratón.

-hola bogaboo- habló Adrien en un hilo de voz, tratando de recuperar el aliento después de haber corrido desde su mansión

-gatito! - Marinette gritó alegre, saltando sobre su novio para abrazarlo - ¿que haces aquí? ¿Aún estás enfadado? Oh no ¿vienes a terminar conmigo? - su expresión comenzó a cambiar a puro terror.

-claro que no my lady, vengo a disculparme-dijo el acariciando el cabello de la chica

-disculparte? - ella parecía bastante confundida

-si, Samantha me explicó todo y me quedó claro que no lo decías de verdad, por favor perdoname princesa, se que debemos proteger nuestras identidades ante todo, creo que me dejé llevar- Adrien bajó su mirada arrepentido - yo me comporté muy grosero y tu ni siquiera sabias porque estaba enojado-

Marinette por fin entendió que Adrien había escuchado su conversación con sus amigas y suspiró aliviada, al menos ahora todo estaba claro.

-No te preocupes minou, de seguro yo también me habría sentido mal si te hubiera escuchado diciendo eso sobre Ladybug- ella acarició ligeramente la espalda del rubio - supongo que se lo debemos a Samantha, después de todo ella fue quien aclaró las cosas- el Agreste asintió para después mirar el reloj en el teléfono de Marinettey suspirar aliviado al ver que aún no eran las 8.

Después de eso ambos se quedaron viendo películas en la habitación de la chica para más tarde salir a comer un helado y ver el atardecer en el parque.
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Inserte baile de resurrección de la historia*