Objetivo 1: Beso

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Había terminado un largo y agotador día de clases y la nueva pareja salía del colegio muy feliz. iban caminando tomados de la mano, sonriendo como bobos, se dirijieron a él punto de reunión que habían establecido con Samantha, la chica que habían conocido el día anterior y que los estaba orientando en su relación.

Después de algunos minutos llegaron a su destino y se encontraron con la chica ojiverde que hablaba por teléfono.

-hola- susurró Adrien para no interrumpir la charla de la joven. Esta solo los saludó con la mano, para después seguir hablando.

Adrien y Marinette sola la miraron atentos, esperando que finalizará su llamada, una vez la ojiverde colgó los miró y preguntó:

-en qué os puedo ayudar mis jóvenes tortolitos? - la pareja solo se encogió de hombros, en realidad no estaban muy seguros de porqué estaban ahí, los veinte minutos de no parpadear del día anterior  les parecieron muy románticos, pero aparentemente no era una conducta "normal" en una pareja.

EL ojiverde se quedó pensativo unos segundos, según sus amplios conocimientos en el campo del amor (su fallida relación con Kagami, que no duró ni tres capítulos) las parejas sólo pasaban tiempo juntas y ya, abrazándose, mirándose y besan... Oh

El no se había besado con Marinette

Y en un impulso totalmente inesperado para ambas chicas Adrien tomó a Marinette de la cintura y la estampó contra su cara, chocando sus frentes con fuerza.

Samantha dió un salto hacia atrás por la impresión, eso definitivamente respondía a su pregunta.

EL objetivo número uno de su travesía como consejera de pareja sería enseñarles a besarse. Nada la detendría porque ella es invencible cuando se lo propone, cuando no se lo propone solo está tirada en su cama viendo un show para niños.

°°°°°°20 minutos después °°°°°°°

Los tres jóvenes estaban sentados en una banca del parque con Samantha en medio de la pareja.

-No Adrien!, no debes usar la lengua en el primer beso! Ya Marinette dijo que eso es para después del matrimonio- gritó exasperada la de pelo castaño

-pero.. - el rubio se iba a defender cuando fue interrumpido por su sonrojada novia

-Adrien! Basta!- la azabache se levantó del banco y se fué corriendo hacia su casa, no podía creer que Adrien fuera tan pervertido y moría de la vergüenza de imaginarse besándolo.

La ojiverde le dió un pequeño golpe en la cabeza al Agreste.

Por culpa de ese adolescente que ni siquiera intenta controlar sus hormonas se arruinó su futuro como terapeuta de parejas, la chica se levantó enfada y se fué, ideando un nuevo plan para que los tortolitos lograran besarse.

Una vez ambas chicas estaban fuera de su campo de visión el rubio se sintió ligeramente culpable, había incomodado a Marinette con esas preguntas? Era muy pronto para besarse o al contrario había tardado demasiado? No estaba seguro, pero quería disculparse con su novia, así que se escondió en un callejón para transformarse en su alter ego, una vez en el traje de super héroe se dirijió a la casa de la chica, saltando por los tejados de las casas parisinas.

Una vez en el balcón del hogar de la oji azul, tocó ligeramente la trampilla, la chica que se encontraba completamente relajada en su cama se sobresaltó al oír el golpeteo, mirando hacia arriba y sonriendo al ver los ojos verdes de Chat Noir, le permitió entrar, el de inmediato se sentó  sobre la cama de su novia, al tiempo que se enrollaba en una manta que encontró al lado.

-my lady, vine a pedirte disculpas si te hice sentir incomoda en el parque - el felino bajó ligeramente sus orejas en señal de arrepentimiento, la chica solo lo miró con ternura.

-no te preocupes minou- habló al tiempo que se sentaba justo al frente de su novio, para bajarle  ligeramente la manta y poder ver sus ojos -no tienes porque disculparte, no estoy enfadada contigo- susurró mientras deslizaba una suave caricia por la mejilla del héroe, acercando sus rostros, quedándose sus labios a milímetros de distancia por unos segundos, para después unirse de forma un tanto torpe y quedándose así hasta que el aire en sus pulmones se los permitió.

Al separarse ambos lograron ver el rostro sonrojado de su pareja, sonriendo como bobos, para después volver a unir sus labios.
Puede que ese no haya sido el primer beso de ambos, pero de seguro sería uno de los más especiales.

Mientras tanto en otro lugar de París, Samantha analizaba desde que ángulo debería lanzar a Marinette de las escaleras para que callera el los labios del rubio, sin que perdieran algún diente.





He resurgido  \0/

👁️◡👁

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