𝙿𝚜𝚢𝚌𝚑𝚘 [𝔻𝕒𝕓𝕚×(___)] COMPLETO

5

Pov. omnisciente

El villano tomó a (___) en sus brazos y luego la recostó en la cama de su única habitación, la de él. La chica tenía una fuerte fiebre así que el peli-negro fue por un paño frío, cocinó nuevamente y trajo agua para que ella bebiera y comiera y poder recuperarse. 

Estaba sobredicho que el villano no podía simplemente salir de casa y llevarla a un hospital, le era complicado.

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Así pasaron días, que se convirtieron en semanas y luego en meses, la chica no despertaba del todo, él le daba de comer y beber, y aunque ella se negaba al principio, inconscientemente, al final lo aceptaba, para ella era totalmente extraño que un tipo como él cuidara de ella. Despertaba de vez en cuando pero no lograba mantenerse despierta.

Tuvo convulsiones a plena madrugada gracias a la fiebre alta.

Ella estaba tan débil aún, se desmayaba casi la mayoría del tiempo. Necesitaba aseo personal pero para el villano no era un límite así que sin su permiso la metió en una tina con agua tibia y la bañó, luego secó cada parte de su cuerpo delicadamente, consiguió ropa para ella y la vistió él solo.

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(___) Pov.

Desperté en una cama, o más bien colchón no tan lejos del suelo. Este no era el sótano en el que habitualmente dormía...¿acaso Midoriya me encontró?, ¿estoy a salvo?

Vi como la puerta se habría, por un momento logré ver a un chico totalmente diferente a lo que pensaba, tenía ojos azules profundos y cabello completamente negro, tenía marcas en el rostro de quemaduras, incluso tenía grapas...es muy lindo. 

Comencé a tener imágenes, imágenes de lo que he pasado los últimos días, no recuerdo todo por completo y los recuerdos son borrosos, pero lo recuerdo a él con una sonrisa, a veces con un ceño fruncido, a veces se le veía frustrado y desesperado, y en otras lucía concentrado en lo que hacía. Él estaba en todas partes. Él me cuidó todo este tiempo.

- ¿Ya te sientes mejor? —lo dijo con una voz profunda.
- Sí...lo estoy.
- Bien. —tomó mi mano e hizo que me levantara de la cama.
- Espera, ¿a dónde vamos?
- Vas de regreso al sótano, y más te vale comer todo lo que te doy. 
- ¡No!, espera. —traté de soltarme pero aún seguía un poco débil y él era muy fuerte. —¡no quiero regresar ahí!

Me miró de reojo pero siguió caminando arrastrándome con él.

- Por favor no. —comencé a gritar y llorar de desesperación. —¡quiero quedarme contigo!, prometo hacerte caso.

Y dejó de caminar. Luego volteó y nos miramos fijamente por un rato, yo aún seguía con lágrimas en los ojos, seguía sollozando. Se acercó bruscamente hacia mi y me tomó de la cintura para después besarme, fue un beso de deseo.

- No vuelvas a asustarme así,—aún seguía sorprendida— pensé que te perdía.

Eso fue raro, me acaba de besar mi acosador, ¿estará enamorado de mi?

- Lo siento...no volverá a ocurrir. —me disculpe torpemente pues en mi mente tenía una cosa y de mi boca salió otra.
- ¿Quieres comer?—dijo cambiando de tema.

Lo mire por un segundo y luego volví a bajar la mirada.

- Sí...
- Bien, acompáñame a la cocina.

Noté que había adelgazado más de lo normal, no me veía tan mal pero debía subir de peso. Lo acompañé a la cocina y me dijo que tomara asiento en una de las sillas, solo habían dos. Me sirvió un plato de sopa y un vaso de agua. Comencé a comerlo y me fascinó, ¿quién rayos en este mundo puede cocinar tan delicioso?

- Tranquila, come despacio. No quiero que te ahogues con un trozo y deba cuidar de ti otra vez.

Comí más lento. Se sentía cómodo el silencio entre ambos mientras comíamos. Nunca creí que sería cómodo comer frente a un villano, era algo totalmente nuevo para mi.

- ¿Puedo preguntarte algo? —dije avergonzada.

No dijo nada así que lo tomé como un si. 

- ¿Estás...enamorado de...alguien?
- Yo no creo en el amor. —solo dijo eso, lo presentía...
- Oh...—dije decepcionada.

Aún no entiendo el por qué de sentirme así, ¿acaso estoy enamorada de mi secuestrador?

- ¿Y tú? —dijo a lo que yo me sobresalté.
- Yo si...

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Pasaron los días desde que hablamos, después de esa comida, todas las comidas fueron en silencio, y ninguno de los dos hablábamos. El "silencio", es una palabra de ocho letras, esa palabra la comenzaba a odiar, quería romper el silencio y decirle lo que siento. ¿Puedo decirle lo que siento?, ¿estará bien lo que siento por él?, ¿corresponderá mis sentimientos?...es más complicado de lo que pensé.