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-Lo... Lo siento, es que...verás... - la interrumpi
-No quiero explicaciones - sonreí amablemente, aunque por dentro, quería barrer el piso con ella de escoba.
Dejé a la chica con la boca abierta, mientras el chico no se atrevía a guíe guirarse.
-Pinché voleibolista cobarde-murrmure flojito,pero lo suficientemente fuerte para que lo escuchara.
-Que me dijiste? - pregunto guiándose hacia mi.
-Lo que oíste - dije mirándolo desafiante.
-Mira niña...-se detenio al ver ls señas de su amiguita para que parará- da igual, yo no discuto con facilonas. - levanto una ceja y se volvió a guirar hacia delante.
En verdad me dolio mucho si comentario, pero aparte ese comentario también hizo que me hirviera la sangre.
-Vaya pues que lastima que yo no sea ninguna facilona ni nada por el estilo, así que esto no acaba aquí- dije y se volvió a guirar -, o te da miedo que tu noviecita se ponga celo... -
-Que pasa, vas a traer a algunos de tus clientes a que te defiendan- dijo riéndose nervioso por mi último comentario.
-Tu padre el prime... - me interrumpió la maestra al ver que a las más mínima el y yo acabaríamos aorcandonos el uno al otro.
-Señorita Pink, agame el favor de dejar de montar escándalo y sentarse aquí enfrente mía - señaló una mesa que estaba cerca suya - Daniel tu y yo hablaremos más tarde - Se guiro y nos dio la espalda.
Recogui mis cosas y me sente en donde me indico la maestra.
Durante el resto no pensaba en nada, ni siquiera me fije en sí ese par de tortolitos se seguían enviando notitas. Al sonar el timbre salí de las primeras en la aula y me diriji a las gradas de la pista de fútbol. En ella estaba Thomas jugando, no le di mucha importancia ya que seguía enfadada con el por lo de Aidan.
¡Aidan!
Supuestamente tenía que hablar con el a la hora de recto, osea ahora.
Lo busque con la mirada un rato, hasta que lo vi que estaba parado en la puerta de entrada dando la espalda a donde yo estaba.
¿esperándome?
Me levante y me acerque hacia el para escuchar lo que me tuviese que decir.
-Hola, donde estabas? - dijo al darse cuenta de mi presencia.
-Se me olvidó, pero ya estoy aquí-dije sonriendo, la verda ya no soportaba estar un minuto más enfadada.
-Vaya, alguien ha cambiado de humor- dijo riéndose
-Habla antes de que cambie de humor-dije cruzandome de manos y apilladome en la pared enfrente de él.
-Bueno, uno, te ves preciosa hoy y más así como estas. Dos, no me pegue con Thomas por celos, sino que el empezó a mentir sobre ti, diciendo que te enpotro y que eras un facilona. Y Tres perdoname, porfavor. - dijo haciendo un puchero en lo último.
-Uno, gracias. Dos, me parece un buen motivo para partirle la madre. Tres, te perdono, pero me perdonas tu a mi por a ver sido tan dura contigo?- dije haciendo un puchero al igual que el y mirándole desde abajo.
-Como no voy a perdonar a semejante belleza?-dijo y me abrazo besando mi frente. Mi corazón de derrito y todas mis fortalezas de debilitaron.
-Perdona?- alguien no interrumpió y nos separamos. Yo arregle mi pelo y espere a que se decolorase el color rojo  de mi cara-Puedo hablar contigo, porfavor? -
Carajo!

Aidan ya es suficiente no!? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora