Era una mañana aburrida para Freddy, claro que más podría ser una mañana de Domingo para un joven que vive solo y que difícilmente tiene amigos con los que salir y ni hablar de una novia, él ya se había resignado a esa idea después de muchos intentos fallidos. Era una cálida mañana de Verano, se podía escuchar los gritos de alegría de niños que iban con una emoción incomparable a jugar con sus amigos o a disfrutar de un día con sus familias en el parque “la Florida”, cosa que irritaba infinitamente a Freddy, ya que a el nunca le había gustado tener a un niño cerca, porque estos eran demasiado “ruidosos y malcriados” según él.
Como todo buen estudiante, el día domingo significaba un día de descanso total de la gran presión de la universidad, aunque para un estudiante de gastronomía que solo estudiaba dos días a la semana, no había mucho de que descansar. Fue a encender el televisor y sintonizo todos los canales que su barato paquete de cable permitía, y como siempre no había nada que ver… así que se resignó a ver las noticias, para ver si por si acaso podía ver algún asalto o asesinato que por lo menos le pusiera un poco de emoción a su mañana.
La única noticia que le llamo la atención fue la de un asesino serial que había sido llevado a la justicia por la policía Boliviana en cooperación con la INTERPOL, cosa que todos sabían solo ocurría cuando de verdad había un criminal que debía ser atrapado sin importar que.
Zacarias Ballivian era el nombre del asesino, el cual había asesinado a sangre fría a no menos de 45 niños de una forma tan sanguinaria que hasta al hombre más duro del mundo le daría arcadas de solo pensar en ellos, les había destrozado el abdomen con un hacha de carnicero y les había metido a la nevera cual carne de cerdo lista para cocinar. Después de confesar estos crímenes, cosa que hizo de una forma excepcionalmente rápido, dijo que lo hacía para tenerlos de recuerdo, conservarlos porque los que más le molestaba era ver cómo tan bellas criaturas de Dios crecieran y tuvieran que enfrentar los males de este mundo…¿qué ironía no?
A diferencia del resto de los televidentes que veían tan desagradable reportaje, a Freddy solo le entro la curiosidad de saber lo que se sentiría estar ahí, claro no como el asesino, sino como el héroe que llegaría a atraparlo, ser un beneficio para la sociedad, ser un cambio en el mundo…
-Desafortunadamente, ¿no podrías hacerlo siendo un simple cocinero verdad?- dijo una voz que provenía de la obscuridad de la habitación, interrumpiendo sus pensamientos.
Naturalmente, Freddy dio un salto de miedo parecido al de un gato asustado hacia el televisor, haciendo caer todo de la mesa de su sala de estar, cosa que solo provoco una carcajada en este misterioso personaje.
-¿qqquien eres? ¿Cómo entraste aquí?! ¿Cómo pudiste saber lo que pensaba?!!- empezó a preguntar Freddy, atónito por el personaje que acababa de encontrar en su propia casa.
-Las respuestas a esas preguntas no son relevantes en este momento Freddy- dijo con una voz calmada el misterioso personaje mientras salía de las sombras provocadas por el sol que entraba por la ventana del lado opuesto a la habitación.
Era un hombre de gran estatura, que vestía un traje negro con un sombrero un tanto ridículo, que curiosamente, al verlo, le hizo recuerdo al sombrerero de Alicia en el país de las maravillas a Freddy, claro que con un toque mucho más sombrío.
-Lo que importa- dijo con un tono más jovial- es lo que tú quieres en verdad…
-¿lo que yo quiero?- pregunto Freddy confuso- ¿Antes de eso por lo menos deberías darme tu nombre no crees?!-
- Mi nombre tampoco es relevante por el momento, pero si insistes, podrías decir que soy tu boleto a una aventura que no olvidaras jamás- dijo el hombre del sombrero- pero puedes llamarme Hazazel.
-Está bien, pero a que te refieres con una aventura- dijo Freddy con un tono de curiosidad.
-Ya lo veras!!- dijo Hazazel con un tono más elevado de voz- encontraras lo que buscas dentro de aquel cajón, si decides aceptar el reto, toma lo que ahí encuentres- dijo hazazel.
Freddy volteo a buscar el contenido de aquel cajón, que se encontraba bajo el televisor que casi termino en el suelo por el arrebato que sufrió al escuchar a Hazazel por primera vez y el contenido de aquel cajón fue una sorpresa, lo que ahí se encontraba era una especie de papel arrancado de algún libro antiguo, y por lo visto estaba quemado de las esquinas, como un pergamino viejo.
Cuando Freddy volteo para preguntar sobre el pedazo de papel, hazazel ya se había ido.
Cuando Freddy tomo el papel y al darle la vuelta, encontró una nota que decía:
*Dirección.- Alto Irpavi, zona Virgen de las nieves calle 9 Nro. 345
*Elementos empleados.- Raticida y embudo plástico
*Victima.- Julio López; Hora de muerte 8:45 AM
Hazazel
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Los Demonios no lloran
Mystery / ThrillerUna serie de asesinatos toman lugar en la Tranquila ciudad de La Paz, la Policía no tiene la menor pista para poder atrapar al desalmado que esta cometiendo estos asesinatos a sangre fría. Entre tanto, Freddy, un adolescente promedio, por circunstan...