En navidad

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Llegas despampanante a la fiesta navideña, tu familia te ve con detenimiento.

– ¿Esa es Agustina?

– Salió a su madre, claro.

– Que hermoso vestido.

–Ya llegó mi prima, ¿Te conté que la dejó su esposo? Una pena.

Hay muchos murmullos a tu alrededor, pero no estás atenta a ello. Estás disfrutando de tus nuevos zapatos y tu vestido rojo, ese que le compraste a la señora que vende cerca de tu casa. Dejas el regalo cerca del árbol y caminas orgullosa hacía la cocina.

Aquí se encuentra tu tía favorita, te da un abrazo y te halaga por tu hermoso vestido.

Después de una hora, la música comienza y tienes ganas de bailar. Te dejas llevar con la melodía mientras buscas una pareja de baile. Te encuentras con un chico, no es de la familia por lo que puedes ver a simple vista, está vestido con un suéter navideño y unos pantalones de tela. Te acercas y le pides que baile contigo, él acepta.

Descubres que es amigo de tu prima Katherine, (sí, la que habla te tí todo el tiempo); es de tu edad y que trabaja fuera de la ciudad.

Y algo llama tu atención, es soltero.

Claro que implicaría tener que aguantar a la loca de tu prima si haces lo que estás pensando, así la idea se queda descartada por el momento.

Termina la canción y le agradeces por haber bailado contigo y él contesta que se divirtió con los pasos que hacías.

Tu tía aparece con la comida, son tamales, de cerdo, de pollo, de frijoles, en fin, al gusto de la persona. Tú vas a por los de pollo porque no quieres arruinar tu dieta pero tampoco quieres tener cáscaras de frijoles en los dientes.

Mientras sales con tu tamal, chocas con ella y se cae la olla con unos cuantos tamales de frijoles.

Sientes terror al ver la escena, tu tía en el suelo, los tamales esparcidos en la cocina, tu vestido mojado y tú querido tamal de pollo junto con los demás, en el suelo.

Ayudas a tu tía mientras te disculpas con muchos "lo siento", ella te consuela que no fue tu culpa y eso empeora la situación.

En ese momento llega Katherine y ve el desastre, ahora correrá el rumor que tú tiraste a la anfitriona con todo y tamales. Vaya día.

Luego de limpiar la escena del crimen, vas al cuarto de huéspedes, dónde tienes tu ropa, y sacas un suéter para "tapar" la mancha de tamal que tienes en el vestido.

Regresas a la sala justo a tiempo para abrir los regalos. Y ¡Oh sorpresa! ¿A quién le tocó regalarte algo?

"De: tu querida prima Katherine

Para: mi querida prima Agustina"

Tu cara es un poema, tienes miedo de abrir el regalo, pero se acerca el chico con el que bailaste y te pregunta por tu regalo. No hay remedio, tienes que abrirlo y... ¿Un reloj?

El reloj de mano es negro, tiene una figura de la Torre Eiffel, pero algo no cuadra. ¡Es de juguete! Un cacharro, pour l'amour de Dieu.

"Al menos no me dió una piedra", piensas con optimismo.

Las horas avanzan rápido y está a punto de marcar las 12:00

Todos empiezan con la cuenta regresiva, te pones al lado de tu tía y sigues la cuenta.

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¡Feliz navidad!

Abrazas a tu familia, sientes la magia de la navidad, en lo feliz que te encuentras, en que ha valido la pena aceptar la invitación de tu tía y no quedarte en casa recordando penas.

Tanta es la euforia que abrazas a Katherine y abrazas a su amigo.

Y es así como la navidad de este año te enseñó que es mejor vivir el presente rodeada de personas maravillosas y algunas descarriladas, ¿por qué no?, para sentir, independientemente el que.

Felicidad, afecto, sorpresa, orgullo, humildad, amabilidad y otras como incomodidad y la nostalgia.

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Dedicado a una de mis mejores amigas.

María, te quiero mucho <3

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