8- El Ninja de Titanio

380 19 104
                                    

Los ninjas se encontraban aún cerca del jet, usando sus poderes para mantener a los parásitos lejos, aunque era evidente que no durarían demasiado ahí.

Ninguno quería admitirlo, pero ya no salían de ahí.

-Estos insectos no paran -exclama Kai, ahuyentando a los parásitos cerca de él con fuego.

Lloyd suspira pesadamente, -Papá tenía razón, no debí haber cedido mi poder dorado... Ahora estaríamos de regreso en Ninjago... Ahora el Gran Tirano tiene todo lo necesario para ser el Maestro Dorado -dice.

"No digas eso, yo me equivoqué" empieza Garmadon, "debes confiar en tus amigos, confiar en ti mismo".

"Ya regresaron con las armas doradas, solo es cuestión de tiempo" oyen a Pixal de fondo.

Jay suspiró frustrado al oírla y luego caminó para alejarse un poco del resto, pasando al lado del ninja blanco. Este lo vio pasar de reojo y se acercó a él para hablar.

-¿Ya me vas a contar que pasó allá? -le pregunta en voz baja.

Jay bufa, -No pasó nada -responde molesto.

-¿Nada? Tú no sacas esa cantidad de energía por nada.

-No es importante, ¿sí? -Jay voltea a verlo a la cara, -Hay problemas mayores ahora, problemas de los que soy parte, lo que haya pasado allá antes no interesa.

-Claro que interesa, yo-

-¡NO! -el grito de Jay hizo retroceder a Zane, además de llamar la atención del resto, -¡No interesa! ¡¿Por qué interesa?! ¡No he sido útil en todo este viaje imposible! ¡Sin contar que el Gran Tirano ha llegado tan lejos porque lo ayudé! -Zane podía notar como la voz del ninja azul se quebraba a medida que gritaba, -¡Lo único que he hecho ha sido darles problemas! ¡¿Para qué voy a seguir dándoles dolores de cabeza por cosas tan inútiles como un ojo menos o el hecho de que prácticamente estoy sobrando aquí?! ¡¿Para qué interesarse en alguien como yo?! ¡Alguien que no necesitan más!

Dicho todo eso, Jay dio media vuelta y se alejó del lugar lo más rápido que pudo. Sin querer había liberado finalmente todo lo que llevaba reprimiendo desde que recuperó control total de sí mismo.

Y estaba haciendo lo mismo que esa noche: huir.

Zane estaba muy centrado en Jay como para notar que tenía unos cuantos parásitos encima, que luego ahuyentó con las manos.

El ambiente se había puesto tenso, tanto en el cometa como en el monasterio. Los sensei se miraron entre sí en silencio, sin mucho que decir, mientras que Nya se había sacado los audífonos con el micrófono para alejarse del lugar y llorar en paz.

Zane volteó y vio que Kai y Lloyd lo miraban, aun haciendo vagos movimientos para mantener algunos parásitos lejos. Volteó hacia otro lado del lugar y antes de que pudiera decir algo, Cole pasó corriendo a su lado, en la misma dirección en la que Jay se fue. El ninja blanco le vio alejarse.

Lloyd empezó a correr también, con Kai detrás, pero Zane le frenó.

-No, esto es algo que deben resolver solos -dice.

Kai se pone a un lado del ninja verde, -Pero podemos seguirlos y ver de lejos -dice.

-No los vamos a espiar -dice Zane.

-Pero Jay es nuestro amigo también y si lo necesita, debemos darle apoyo -dice Lloyd.

Zane le ve y luego mira hacia la dirección que los otros dos se fueron, -Esperemos un momento y vamos.

Cole seguía su camino, buscando a Jay. Las cosas parecían repetirse: Jay huyendo de ellos (de él), bajo las estrellas, justo después de que esas palabras lo hirieran. Pero se iba a asegurar de que esta vez fuera diferente.

Altered (A Ninjago: Rebooted fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora