Capitulo 24

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Ver a mi amor cargando a nuestro bebé en su hermosa pancita era de los mejores regalos que alguien puede tener, cometí tanto errores que el solo recordarlos me sentía horrible, su sonrisa al comer, mientras nos duchábamos, mientras le hacía su masaje y practicábamos yoga para que al momento del parto el no tuviera problemas en su cuerpo, había comenzado a preparar carne casi todos los días, tenía que cambiarle algunas veces pues el doctor dijo que mucha carne haría que él subiera su peso lo cual afectaría; así que lo engañaba dándole verduras a la fuerza.

Lo mire mientras él observaba su programa de todos los días, se había obsesionado con un programa de caricaturas lo cual me parecía muy tierno porque a medida miraba le hablaba mucho al bebé como si esperase una respuesta de este, prepare su papilla con especias no tan fuertes y me senté a su lado dándole el tazón, observé que sin necesidad de verme el cogio el tazón y comenzó a comer con descuido, maldicion es tan malditamente tierno que me dan ganas de morder sus rechonchas mejillas, él se molestaba al verse en el espejo porque según él ya no era lindo o sexy ante mis ojos cuando era lo contrario, seria tonto de mi parte ver a mi Jinnie con nuestro bebé y decir que era horrible cuando era lo más hermoso en el planeta tierra.

Cuando el programa termino le ayude a levantarse del suelo y fui por un tramito para limpiar su rostro

— Quiero salir a comer...quiero ir a comer hamburguesas, ¿Podemos ir juntos?

Estoy muy seguro que él sabía que al hacer que sus ojitos brillaran haría que no pudiese negarme a su petición, merecía ser feliz y haría cualquier cosa por verlo sonreír o hacer esos pequeños sonidos de satisfacción al comer algo que nuestro bebé pedía con ansias.

— Claro, ve y ponte algo cubierto para que no enfermes limpiaré aquí en lo que colocas un suéter y luego nos vamos ¿Si?

— ¡Está bien! Me pondré algo lindo

Rei muy suave al verlo irse muy alegre a la habitación, comencé a limpiar cuando estaba por terminar lo escuché acercarse y sentí que moriría de ternura.

— ¿Estas listo príncipe?

Lo observé mientras él peinaba su cabello que con el tiempo estaba un poco largo pero no se lo cortaría porque lo hacía ver rudo o fuerte como él decía.

— Vamos, quiero más papás, refresco y la hamburguesa con dos carnes y mucho queso

Tome las llaves del auto y le ayude a salir para luego ir por mi chaqueta y algo extra por si a él le daba más frío al estar afuera, subí al auto y coloque cosas necesarias en el asiento trasero puesto que no sabíamos si por cualquier cosa su parto se adelantaba, me senté en el lado del piloto y encendí el auto para luego manejar a su lugar favorito de hamburguesas.

— Si quieres puedes poner música, es un viaje un poco largo o puedes dormir en lo que llegamos...

— Tengo sueño pero la nieve se ve muy bonita, pondré música para el bebé

Asentí y mire hacia el frente, la música comenzó a soñar y era de nuevo la canción del tiburón pero cuando mi hermoso la cantaba sonaba distinta pero era para que él bebé estuviese acostumbrado a su voz y a la mía.

Casi unas dos horas de viaje llegamos, me estacioné y baje para ir a su lado y abrir la puerta ayudándole a bajar del auto, tome su mano y sonreí mirándolo.
Entramos al local y fui a pedir lo que él quería comer, al terminar de pedir fui a sentarme

— En 15 minutos nos traerán todo, incluso pedí una cajita feliz y una enojada para ti bebé.

— Crees que el bebé sea feliz... No quiero que nadie lo lastime y.. ¿Si es así?
Su primer cumpleaños deberá ser muy especial, no tiene más familia aparte de nosotros soy muy malo enseñando cosas...

— Tranquilo cariño, todo estará bien, serás el mejor papá de todos haz dado todo de ti por su bien estoy seguro que su vida estará llena de felicidad y amor, porque tú y yo se la daremos, todo lo que él necesite y será tan fuerte como tú y yo

Fui por la comida y volví dejando todo en la mesa, me senté y le entregue lo suyo.

— Come tranquilo y despacio nene. Todo esta calientito así que come con cuidado.

Lo mire asentir y puedo jurar que sus labios brillaban llenos de saliva o baba por la comida que seguro él quería devorar.

Eso me excito pero tampoco podía tocarlo en un lugar público, mucho menos hacerlo sin su consentimiento, no teníamos relaciones sexuales a menudo pues me daba miedo lastimarlo o que él solo de esfuerce mucho, me dedicaba a darle placer solo a él, sabía que sus hormonas estaban muy locas últimamente y al ducharnos terminaba masturbandolo luego obviamente él se quedaba dormido sobre mi y me dejaba con un enorme problema, lo duchaba y lo acostaba para después arreglar mi problema.

Comí tranquilo, cuidando que no botara nada de la mesa y así puedo decir que fue una cena muy tranquila y relajada.




Regrese con un capítulo suave y lindo, creo que el siguiente capituló podremos conocer a nuestro bebé, no sé qué opinen o si quieren que narre más historia o cuenta sobre la vida del bebé a medida crece.
Espero que el capítulo les haya gustado si hay algún error me dicen sin problema

¡Besos! 😘

KANANYELU 1984

Oscuridad (Bnior) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora